Preguntas frecuentes
Los signos y síntomas que a veces acompañan el dolor de rodilla son:
· Inflamación y rigidez
· Enrojecimiento y temperatura al tacto
· Debilidad o inestabilidad
· Sonidos de chasquidos o crujidos
· Incapacidad de enderezar completamente la rodilla
Comunícate con tu médico o acude a un traumatólogo especialista en rodilla si:
· No puedes soportar peso en la rodilla o sientes como si la rodilla estuviese inestable (por salirse).
· Tienes una marcada hinchazón en la rodilla
· No puedes extender o flexionar completamente la rodilla
· Ves una deformidad evidente en la pierna o la rodilla
· Tienes fiebre, además de enrojecimiento, dolor e hinchazón en la rodilla
· Tienes dolor fuerte en la rodilla que se relaciona con una lesión.
Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de padecer problemas de rodilla, entre ellos:
Sobrepeso: Tener sobrepeso u obesidad aumenta la exigencia sobre las articulaciones de tus rodillas, incluso durante actividades comunes, como caminar o subir y bajar escaleras. Además, aumenta el riesgo de artrosis al acelerar la ruptura del cartílago articular.
Falta de flexibilidad o fuerza muscular: La falta de fuerza y flexibilidad puede aumentar el riesgo de lesiones en las rodillas. Los músculos fuertes ayudan a estabilizar y proteger las articulaciones y la flexibilidad muscular puede ayudar a lograr una amplitud completa de movimiento.
Determinados deportes y ocupaciones: Algunos deportes suponen más exigencia a tus rodillas que otros. El esquí alpino, con las botas de esquí rígidas y las potenciales caídas, los saltos y giros del básquetbol y el impacto repetido que absorben las rodillas cuando corres o trotas aumentan el riesgo de lesiones en las rodillas. Los trabajos que requieren esfuerzo reiterado en las rodillas, como la construcción o el cultivo, también pueden aumentar el riesgo.
Lesión previa: Tener una lesión de rodilla anterior hace que sea más probable que te vuelvas a lastimar la rodilla.