Várices y arañitas: Mandamientos para unas piernas perfectas

Las varices son venas dilatadas que se elevan a la superficie de la piel. Se desarrollan cuando las válvulas venosas, que permiten que la sangre fluya hacia el corazón, dejan de funcionar adecuadamente. Al dilatarse la vena, los velos valvulares que están en su interior y que normalmente permiten que el flujo sanguíneo pase en un solo sentido, al no cerrar bien dejan que la sangre por gravedad refluya hacia abajo lo que provoca que la sangre se acumule en las venas y provoque las dilataciones. Por lo general, son de color azul oscuro o púrpura y su forma es un tanto abultada y torcida. Se pueden ver tanto en los muslos como en las piernas

Las várices son mucho más frecuentes en mujeres por condiciones como los cambios hormonales, los embarazos y otros factores genéticos que las hacen más susceptibles a sufrir este mal. Este mal se presenta hasta cuatro veces más en mujeres que en hombres, principalmente después de los 20 años, en plena edad fértil. A mayor número de embarazos, mayor riesgo de desarrollar várices. El riesgo aumenta si se agrega sobrepeso o estar muchas horas de pie. Si uno o ambos padres padecen esta enfermedad, el riesgo también incrementa.

El doctor Alejo Chávez, cirujano vascular de Clínica Ciudad del Mar, explica cuáles son los riesgos que pueden derivar de las varices. “El riesgo más temido son los coágulos, debido a que si se trombosa una várice, causará un dolor local con inflamación, pero no pasará a mayores. Hay complicaciones poco frecuentes, como el sangramiento o la úlcera varicosa, que se ve en várices prominentes cerca de los tobillos en personas mayores, o el eczema varicoso que es una reacción alérgica de la piel producida por una várice prominente subyacente”.

El especialista  afirma que la cirugía para tratar las várices se indica cuando la vena safena está dilatada. Hoy en día hay técnicas poco invasivas, donde la vena se mantiene, pero se quema (termoablación), ya sea con láser o radiofrecuencia, destruyéndose al quemarse por dentro, permitiendo una recuperación mucho más rápida.

El riesgo de reaparición de várices es alto, puede llegar a ser de hasta 30% si es que se asocia a una insuficiencia venosa profunda severa persistente. De ser el caso, las afectadas deberán usar medias elásticas de por vida para evitar la reaparición en sus piernas. El riesgo, además, se incrementa si hay sobrepeso o si se vuelven a embarazar.

El doctor Chávez asegura que si las várices son pequeñas, es posible controlarlas con resecciones por microncisiones con anestesia local ambulatoria, o incluso inyectándolas con agentes esclerosantes que, al coagular la sangre en el interior de estas venas, permiten el cierre u oclusión de esa venita, desapareciendo esa várice incipiente. Si la paciente es de edad o la cirugía implica un riesgo mayor, también se puede intervenir la situación con el uso diario de medias de alto grado de compresión elástica.

Prevención

El profesional explica que, a pesar del factor genético, existen formas para prevenir la aparición de  las várices, como por ejemplo:

-Evitar el sobrepeso, con una alimentación sana y una actividad física razonable.

-Si ya tenemos hinchazón de tobillos, sobretodo en el trabajo o al final del día, es recomendable el uso de medias elásticas para evitar o retrasar la aparición de las várices.

-Si ya han aparecido pequeñas “varicillas” de color azul no solevantadas, se pueden esclerosar para evitar su mayor desarrollo y transformación en verdaderas várices.