En Chile, son una de las primeras causas de muerte externa en niños de 1 a 14 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los sistemas de retención infantil, pueden reducir entre un 50% y un 80% las lesiones mortales y graves si son utilizados de forma correcta.
Viviana Blanco, matrona de Clínica Ciudad del Mar, explica: “Hasta los 4 años de edad o 18 kilos, el peso del cuerpo está mayormente distribuido en la parte superior. La cabeza es casi un cuarto de la masa corporal y no se puede mantener erguida. Los huesos, tendones y músculos no están completamente desarrollados, por lo que viajar con la silla de seguridad orientada hacia atrás permite que esta extremidad no se incline hacia adelante y así, ante un impacto, evitar lesiones cervicales por el efecto látigo”.
Para lograr una mayor protección en las distintas etapas de la vida de los menores, se recomienda seguir ciertas pautas. En recién nacidos, la posición más segura es sentado mirando hacia la parte posterior. De 2 a 10 kilos se recomienda el asiento nido y en niños que pesan de 10 a 18 kg se debe utilizar una silla convertible.
“Los que pesan entre 18 y 28 kg, ya pueden sostener su cabeza verticalmente. En este periodo, está permitido que viajen orientados hacia adelante, aunque, por su desarrollo óseo muscular, aún requieren utilizar arnés o cojín de seguridad interno sobre los hombros y la cadera, pero es ideal que sigan mirando hacia atrás el mayor tiempo posible”, agrega la profesional.
Finalmente, para niños mayores que pesen desde 29 a 40 kg se requiere un sistema que levante y guíe el cinturón de tres puntas del vehículo, ajustándolo de manera adecuada. Se puede utilizar una butaca con respaldo o un alzador. La banda horizontal del cinturón no debe pasar sobre el estómago y la diagonal debe ir por encima de la clavícula y sobre el hombro, sin tocar el cuello ni pasar por debajo del brazo.
Viviana agrega: “Es fundamental enseñar a los pequeños a usar correctamente el cinturón y revisar que no se haya corrido o desabrochado. También se recomienda que cuenten siempre con protección lateral de cabeza”.
En definitiva, el traslado seguro de los niños en vehículos es una tarea que requiere de la atención y cuidado de los adultos a cargo. Es importante recordar que, si el auto en que está instalada la silla sufre un accidente, esta no tiene que ser utilizada nuevamente porque podría presentar un daño que la haga ineficiente.