Marcela Arancibia y su marido Claudio Reyes buscaban tener un tercer hijo. Después de intentarlo durante 10 años, llegaron hasta el Centro de Medicina Reproductiva de Clínica Ciudad del Mar, donde lograron concebir a Santiago Andrés.
Desde el nacimiento de su hija Florencia, Marcela supo que quería tener más hijos, pero el proceso estaba tomando demasiado tiempo. “Fue una experiencia abrumadora, constantemente me cuestionaba y me llenaba de culpabilidades”, comenta.
Una amiga le recomendó consultar en el Centro de Medicina Reproductiva de Clínica Ciudad del Mar, donde fue atendida por el Dr. Aníbal Scarella, gineco-obstetra, especialista en reproducción.
“La paciente fue diagnosticada con istmocele uterino, un defecto en la cicatrización del útero producto de una cesárea. Es una hernia que impide la unión de los gametos masculinos con los femeninos. Le realizamos una cirugía que consiste en resecar la cicatriz de la cesárea y re suturarla por vía laparoscópica. Luego de esto, la paciente volvió a tener menstruaciones normales, teniendo un impacto directo en su fertilidad”, explica el Dr. Scarella.
Un par de meses después de la cirugía, Marcela quedó embarazada y de manera natural. “Cuando nos enteramos, no lo podíamos creer. Teníamos mil emociones y queríamos gritar de felicidad, recuerdo ese momento con mucha alegría, fue una experiencia maravillosa. Sin duda alguna, tener a mi hijo Santiago en los brazos fue como estar viviendo un sueño. El Dr. Scarella es un excelente médico, realmente ayuda a que los milagros ocurran y lleguen a nuestras vidas”, señala.
Marcela indica que los cuidados en la clínica para prevenir el contagio de COVID-19 han sido muy rigurosos. “La pandemia ha cambiado nuestras rutinas y formas de vida, pero en el Centro de Medicina Reproductiva hacen todo lo posible para que esto no afecte el normal funcionamiento de las consultas médicas y que los tratamientos se desarrollen de la mejor manera”, agrega.