Marco Novacovic, de 67 años, logró dejar de fumar después de 50 años, gracias a una consultoría y tratamiento para eliminar el consumo del cigarrillo. En julio de 2021, Marco sufrió un accidente cerebrovascular, por lo que los especialistas le indicaron una serie de exámenes, uno de ellos arrojó un resultado muy alto de antígeno carcinoembrionario. Este análisis alertó a los doctores y le solicitaron una tomografía computarizada (TC) de pecho, abdomen y pelvis.
“En el examen de pecho se evidenció un tumor, lo que generó que en octubre del año pasado me diagnosticaran cáncer pulmonar en etapa cuatro. Esta noticia me dejó muy preocupado por lo que podía venir”, menciona.
Fue así como llegó a Clínica Ciudad del Mar, donde conoció al Dr. Eduardo Strube, oncólogo y actual médico de cabecera de Marco. Posteriormente, se atendió con el Dr. Víctor Leiva, broncopulmonar, quien le dio a conocer el deterioro de sus pulmones y la necesidad de realizar un tratamiento para lograr cambios con el tabaco. Eso lo ayudó a tener más conciencia sobre los efectos nocivos del cigarrillo tras más de cinco décadas de consumo de cigarrillo.
“Cuando comencé a dejar de fumar, experimenté mucha ansiedad, sentía la necesidad retomar el hábito, pero con el tiempo logré superar esa etapa y ahora mi salud ha mejorado notablemente. Estoy muy agradecido del Dr. Leiva, Dr. Strube y Dr. González, puesto que tomaron mi caso con mucha diligencia, logrando rápidamente dar con un diagnóstico y tratamiento certero”, destaca.
Realizó su quimioterapia en el Centro Integral de Oncología, donde señala que siempre lo atendieron con mucha preocupación. Además de afables y solidarios, fueron muy empáticos, alegres y en todo momento le entregaron apoyo emocional, algo que para él es indispensable en esta enfermedad.
“Aunque me diagnosticaron cáncer, nunca perdí la fe y esperanza, a pesar de ser una patología grave, es posible salir adelante gracias al apoyo de la familia y todo el equipo médico”, expresa.
Marco enfatiza que es muy importante realizar un tratamiento para dejar el tabaco, ya que este es un mal hábito que consume la calidad de vida y afecta de manera silenciosa la salud. Sostiene que es muy difícil darse cuenta de los efectos negativos y, cuando son evidentes, ya es tarde.
“Indudablemente el cigarro nos va deteriorando de a poco. No solo compromete a los pulmones, sino también, se afectan nuestras arterias y todo el sistema circulatorio, terminando generalmente en un cáncer. Todo esto trae angustia y preocupaciones tanto para el que tiene la enfermedad como para todo su entorno. Si te amas a ti y a los tuyos, es importante pedir ayuda y dejar de fumar”.