Llevar a los más pequeños de la casa periódicamente al oftalmólogo es esencial para garantizar su salud visual y un adecuado desarrollo. Muchos padres se preguntan cuál es el momento adecuado para realizar la primera visita médica y cómo identificar señales de alerta.
La Dra. Moira Wiegand, oftalmóloga de Clínica Ciudad del Mar en alianza con Clínica Oftalmológica Pasteur, explica:” En un niño sano, sin síntomas que hagan sospechar alguna patología ocular o algún vicio de refracción, el primer control debe ser a los 4 años. Si hay alguna sospecha de que pueda tener alguna condición o enfermedad oftalmológica, deben acudir a control antes. Es importante recalcar que lo menores pueden ser examinados desde recién nacidos, ya que los prematuros a veces tienen riesgo de desarrollar retinopatía del prematuro y deben ser controlados en forma frecuente y precoz”.
La especialista indica que hay patologías y condiciones que afectan con frecuencia a los niños, tales como:
Los problemas de visión no detectados a tiempo, interfieren en el desarrollo psicomotor. Lo menores tienden a ser más temerosos, retraídos y participan menos. En la etapa preescolar y escolar temprana, el niño que ve mal tiende a hacer esfuerzo visual, contrae músculos dentro y alrededor del ojo en un intento de ver más nítido. Este esfuerzo mantenido produce fatiga, inatención y cefalea.
“Un escolar que tiene vicio de refracción vive desenfocado. La imagen que está llegando a su retina es una imagen poco nítida, borrosa y sin detalles. El cerebro en desarrollo requiere un estímulo adecuado para generar las conexiones neuronales adecuadas. Este problema se soluciona con el uso de lentes y deben tener marcos o armazones adecuados, hay algunos flexibles que permiten adaptarse a la actividad física”, indica la Dra. Wiegand.
Cuando hay ambliopía, además del lente se debe estimular tapando la visión del ojo sano. Para esto lo más frecuente es usar parche tapando. Si los niños no lo toleran, se pueden usar gotas. Por otra parte, en el caso del estrabismo se debe analizar caso a caso. Algunos responden y enderezan sus ojos solo con lentes, otros tienen resultados con ejercicios que hacen los tecnólogos médicos o van a necesitar cirugía de estrabismo.
Finalmente, la oftalmóloga, previene: “Con el uso excesivo de pantallas por parte de niños cada vez más pequeños, se ha producido un incremento en la incidencia de la miopía. Es un tema preocupante pues la miopía tiende a progresar, sobre todo en menores de corta edad. Esta patología tiene un riesgo muy alto de desarrollar desprendimiento de retina y enfermedades de la mácula que tiene tratamientos complejos y son muy limitantes. Es por esto que es fundamental regular el tiempo de los menores frente a los celulares, tablets y televisón”.