Son múltiples las enfermedades que pueden afectar la visión y, desde la pandemia, los casos han aumentado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 850.000 personas tienen problemas oculares en Chile, por lo que es fundamental estar alerta sobre posibles patologías realizando exámenes preventivos, uno de los más importantes es la retinografía.
Este estudio permite hacer una fotografía de la retina, capturando una o más imágenes de las estructuras que se encuentran en la parte posterior del ojo, para estudiar el área, los vasos sanguíneos y el disco óptico o papila. Tiene una duración aproximada de 30 minutos, es ambulatorio, rápido y no invasivo.
La Dra. Cecilia Von Bischhoffshausen, oftalmóloga de Clínica Ciudad del Mar, explica: “El examen es fundamental para observar en detalle y dejar registro gráfico de cualquier lesión existente, como también para apreciar la estructura anatómica en condiciones normales, lo que es muy útil en pacientes con riesgo conocido de desarrollar glaucoma, logrando comparar el estudio en el tiempo y detectar mínimos cambios del nervio óptico”.
Se realiza mayormente a personas con diabetes o hipertensión arterial, ya que deben chequear el estado del fondo de este órgano, por lo menos una vez al año. También, es indicada en casos de lesiones coriorretinianas, ya sean benignas como un lunar o malignas como un melanoma, y en aquellos que presenten glaucoma o tengan alguna predisposición a tenerlo.
La especialista comenta que la retinografía presenta muchas ventajas para la exploración de la profundidad del ojo. Con el desarrollo de mejores tecnologías, estas fotografías ahora son digitales, lo que permite, mediante ajustes de brillo y contraste, observar lesiones que antes eran muy difíciles de ver. Además, al tener una imagen amplia y estática, se puede analizar con más detenimiento en algunos detalles de lo que el oftalmólogo puede ver examinando directamente al paciente.
Muchas veces es necesario dilatar la pupila para poder obtener una buena imagen, lo que debe ser evaluado para saber si existe riesgo o no al realizar este procedimiento. En caso de que exista algún impedimento, el tecnólogo médico o enfermero especializado en el examen, hará lo posible por no agrandar esta parte del ojo o utilizará técnicas que ayudan a predecir este riesgo antes de aplicar las gotas para dilatar”, señala.
Un ejemplo de lo necesario de este análisis es en el tamizaje y seguimiento en la retinopatía del prematuro, enfermedad que afecta a recién nacidos y que, al no ser diagnosticada y tratada oportunamente, puede tener graves secuelas irreversibles.
La oftalmóloga hace énfasis en que es muy importante que los pacientes acudan a una consulta médica periódicamente, para que los profesionales puedan hacer los exámenes preventivos a tiempo, evitar futuras complicaciones y optar por tratamientos oportunos.