Son dilataciones anómalas de las venas, que afectan principalmente a las piernas. Se desarrollan en su mayoría en mujeres, pero con un tratamiento oportuno se pueden eliminar y acabar con los molestos síntomas.
El Dr. Carlo Zuñiga, cirujano vascular de Clínica Ciudad del Mar, señala que “las várices son venas dilatadas que se vuelven visibles en las piernas. En muchos casos suelen ser levantadas y en casos avanzados, tortuosas”. Por otra parte, el Dr. Alejo Chávez, cirujano vascular,explica: “La principal causa de esta patología es la genética, pero debe existir un factor desencadenante para que se presenten como la obesidad, embarazo o estar de pie muchas horas por causa laboral. También, pueden ser la manifestación de secuelas de una trombosis antigua”.
Los síntomas comienzan con cansancio y pesadez en las piernas, predominantemente en las tardes y noches, a lo que se puede agregar hinchazón de tobillos, calambres y picazón en los trayectos varicosos. Entre los signos de complicación está el sangramiento después de un trauma mínimo local, trombosis de una várice, eczema varicoso e incluso aparición de una úlcera varicosa.
Se puede prevenir su aparición realizando ejercicio, combatiendo el sedentarismo y la obesidad. Por otra parte, es necesario acudir con un profesional cuando las várices generen síntomas y estéticamente provoquen disconformidad en los pacientes”, menciona el especialista.
El principal tratamiento es el uso de medias elásticas con compresión graduada, variando en el grado de compresión para cada caso. Cuando la patología comienza a ser visible, una alternativa es hacer sesiones con láser. Con venas reticulares de 1-4 mm de grosor, se recurre a la escleroterapia, que consiste en inyectar un producto que inducirá la oclusión e idealmente su eliminación, en ocasiones solo se logra su disminución de tamaño, lo que mejora visiblemente la estética. Si ya hay compromiso de toda la red superficial, se debe manejar de forma quirúrgica.
“La cirugía para tratar este problema consiste en cortar el reflujo de esa vena varicosa que se hace evidente cuando se está de pie. Una vez hecho el mapeo, localizando los puntos donde nacen, se genera el calor suficiente para eliminar la várice sin dañar los tejidos adyacentes con láser, radiofrecuencia o incluso sellándolas con pegamentos compatibles con el cuerpo”, indica el cirujano vascular.
La intervención dura en promedio 1 a 2 horas y la recuperación es rápida. Se puede volver al trabajo o a realizar actividades en promedio a las 2 semanas, aunque se camina desde el primer día. En general, esta cirugía puede ser ambulatoria o con hospitalización y de alta al día siguiente. Lo importante es seguir usando medias elásticas para prevenir la recidiva, la que ocurre en un 30% a largo plazo.
“Pueden optar a este procedimiento cualquier persona menor de 70 años con estudio de eco Doppler que confirme la presencia de várices susceptibles de ser intervenidas quirúrgicamente. Para los mayores o con enfermedades asociadas, la gran mayoría de estas várices pueden ser manejadas médicamente. Los buenos resultados vistos a corto plazo pueden ser también a largo plazo si los pacientes no suben de peso y si siguen usando las medias elásticas en forma permanente de día”, finaliza el Dr. Chávez.
