El próximo 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra la Tuberculosis, enfermedad que se transmite de persona a persona por medio del aire y que representa un gran problema de salud pública a nivel mundial. En este sentido, el Dr. Marcos Huilcamán, infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica de qué se trata esta patología y cuáles son las medidas de prevención.
La también denominada “peste blanca” es una enfermedad infecciosa producida por una microbacteria conocida como el Bacilo de Koch, llamada así en honor a su descubridor, el Dr. Robert Koch, quien comunicó de su existencia el 24 de marzo de 1882; de ahí la conmemoración de esta fecha.
La tuberculosis es una enfermedad que no respeta nacionalidades ni fronteras. Por ello es que hace más de veinte años la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró como una emergencia global. Si bien en Chile está presente, los niveles de contagio no son tan altos, pues se han tomado medidas para combatirla.
“A pesar del progreso actual en el control de la tuberculosis, su erradicación sigue siendo uno de los grandes objetivos a nivel internacional. En nuestro país, pese a que ha sido exitosa desde sus inicios, aún persiste por factores no corregidos, como la población con VIH en aumento, el persistente hacinamiento en cárceles, entre otros”, sostiene el infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Marcos Huilcamán.
Según datos de la OMS, hasta el año 2015, el 95% de los contagios se producían en países con ingresos medios y bajos. Además, sostuvieron que nueve millones de personas se infectaron de esta patología, cifra que va disminuyendo, aunque muy lentamente. En este sentido, la misión y compromiso de la entidad de salud será que para 2030 esta epidemia ya no exista.
Forma de contagio
La tuberculosis es un mal que puede desarrollarse en cualquier órgano de nuestro cuerpo, siendo las de localización meníngea, pericárdica y pulmonar las más riesgosas. Ésta última es altamente contagiosa y mortal. “Como se trasmite a través de la tos y la expectoración, las personas enfermas eliminan las bacterias al medio ambiente y de ahí son inhaladas por otros seres humanos, que se contagian y que más tarde podrían enfermarse, perpetuando la presencia de esta patología”, sostiene el Dr. Marcos Huilcamán.
La enfermedad se trasmite a través del aire, de una persona a otra. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar estornuda, escupe, tose o ríe, expulsa sus bacilos al aire. De este modo, basta con que un individuo inhale unos pocos bacilos para quedar infectado.
Asimismo, el infectólogo explica que el alcance de esta epidemia es muy variable y depende de cada país, pues hay zonas con incidencias mayores a 200 enfermos por cada 100.000 habitantes. Actualmente, en Chile se presentan 13 casos nuevos por cada 100.000 habitantes, siendo en su mayoría personas jóvenes. En tanto, en la región de Valparaíso la tasa es de 10,1 casos nuevos.
Diagnóstico y Tratamiento
De acuerdo con el Programa de Control de la Tuberculosis de Chile, toda persona que presente tos, fiebre, baja de peso, decaimiento y sudores nocturnos, entre otros, por más de dos semanas, tiene que hacerse un examen bacteriológico, para ver si existe la presencia del bacilo de Koch en la expectoración, y también exámenes complementarios, como la radiografía de tórax. Asimismo, si hubiese presencia de tos con sangre, se efectúa una baciloscopía.
Frente a este panorama, el infectólogo de Clínica Ciudad del Mar comenta que es necesario estar atentos a los síntomas que podrían indicar la presencia de esta patología, sobre todo en los pacientes de alto riesgo, como lo son las personas desnutridas, de edades extremas, con enfermedades graves asociadas y que usen algún tipo de tratamiento inmunosupresor que limite la respuesta al tratamiento de la TBC.
En Chile hay una política gubernamental, hasta la fecha exitosa, debido a los resultados que ha entregado. Está alineada con las indicaciones de la OMS y consta de cinco pilares, que son: compromiso político del gobierno, diagnóstico mediante baciloscopias, tratamiento acortado y supervisado (Directly Observed Treatment Short-course), suministro regular de medicamentos e insumos a instituciones y sistemas uniformes de registro e información.
“La tuberculosis tiene un método efectivo que ha logrado la disminución constante de la incidencia de la enfermedad. De este modo, el procedimiento en Chile son dos: la fase diaria y la bisemanal. Éste debe cumplirse durante seis meses, pero puede aumentar de acuerdo a las condiciones de cada paciente, hasta incluso 18 meses”, sostiene el especialista.
Se calcula que una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente; es decir, esas personas están infectadas por el bacilo, pero aún no la han desarrollado ni pueden transmitir la infección. Así, de 100 personas que se contagian con la tuberculosis, alrededor de un 10% a 20% se enferman. “Para evitar este paso de contagiado a enfermo es fundamental una buena alimentación, condiciones de vida óptimas, sin hacinamiento, descanso adecuado y ausencia de estrés físico y mental. A mayor desarrollo socioeconómico, menos incidencia de la enfermedad”, manifiesta el infectólogo de Clínica Ciudad del Mar.
Medidas para prevenir