“El paciente tuvo una muerte súbita recuperada, lo que significa que haciendo sus actividades normales sufrió un paro cardíaco, que de no mediar la oportuna reanimación del SAMU, habría muerto. Esta muerte súbita se enmarca en el contexto de una cardiopatía coronaria y un infarto miocárdico antiguo. Hecho frecuente en nuestra población”, nos cuenta el Dr. Vera.
Una vez recuperado de la muerte súbita, se debe procurar que esto no vuelva a repetirse. Así, “se procede a implantar un dispositivo en el espacio subclavicular izquierdo, por vía vena subclavia izquierda, conectado así al ventrículo derecho a través de un cable multipolar que detecta en milésimas de segundo cualquier arritmia ventricular maligna, taquicardia ventricular o fibrilación ventricular. De ser así, procede a descargar un impulso eléctrico al corazón, el que reasume su función con normalidad tras dicha descarga”, nos relata el cirujano cardiovascular de Clínica Ciudad del Mar.
Hay que tener en cuenta que los pacientes que sufren muerte súbita pueden no presentar síntomas, por lo que prevenir un episodio se hace complicado. Además, de no encontrarse cerca de un centro asistencial o de personal capacitado, la persona que lo sufre puede morir.
Por lo anterior, ésta fue una gran solución para el paciente, ya que “cuando estos dispositivos están indicados, son tremendamente efectivos en salvar la vida de un paciente que hace una muerte súbita. El riesgo de la operación es mínimo hoy y el paciente puede reasumir sus actividades normales”, nos ilustró el Dr. Vera.
“Esperamos que ésta sea una de muchas cirugías que ayuden a prevenir la muerte súbita, así como tantas otras enfermedades”, concluyó el profesional.