Se ha señalado que los niños son menos propensos a ser gravemente afectados por el COVID-19, pero el aumento de pacientes pediátricos infectados está en proporción con el alza de los casos a nivel país y, con ello, aumentan también los casos de PIMS.
Según el Ministerio de Salud, en Chile hasta el 21 de marzo de 2021, se habían contagiado alrededor de 111.000 menores de edad. De ellos, 2.279 requirieron hospitalización, registrándose 81 fallecidos. Con estos datos se establece una tasa de letalidad de 0.07% a nivel nacional, es decir, 1.2 de cada 100.000 menores de 18 años muere por la pandemia.
El Dr. Gustavo Ríos, pediatra de Clínica Ciudad del Mar, señala que existen 180 casos aproximadamente de niños y jóvenes que han cursado una severa y poco conocida enfermedad llamada “Síndrome Inflamatorio Multisistémico” (PIMS, por sus siglas en inglés) asociada a SARS-CoV-2.
“Esta enfermedad se desarrolla en el menor después de 4 a 5 semanas de haber tenido contacto con el virus. Se ha planteado que este síndrome se genera debido a una respuesta desbocada del sistema inmune frente a la infección por COVID-19”, explica.
Los síntomas de PIMS consideran fiebre, manifestación de vómitos y diarrea, manchas en la piel, ojos rojos, labios hiperémicos, lengua aframbuesada (roja y con pequeños bultos), edema de manos y pies. Todo esto acompañado de un gran compromiso del estado general con disfunción cardiovascular y de otros órganos, incluyendo el sistema nervioso central, riñón y pulmón.
El tratamiento para mejorar al paciente considera administrar inmunoglobulina intravenosa, corticoides en dosis altas y, eventualmente, apoyo con soporte cardiovascular. Esto, debido a que el mayor riesgo que puede provocar la muerte del paciente es el compromiso del corazón, ya que el PIMS afecta a las arterias coronarias y el miocardio.
Los análisis de laboratorio que se realizan a menores con síntomas señalan de manera temprana la presencia de este síndrome. Los resultados indican actividad inflamatoria elevada y existen exámenes bioquímicos que evidencian fallas de órganos, principalmente en el corazón.
El Dr. Ríos indica: “Es fundamental consultar en un servicio de urgencia cuando el paciente pediátrico presenta fiebre por más de un día, acompañada de lesiones en la piel, ojos rojos y cambios de la mucosa oral. No es recomendable esperar la aparición de otros signos y síntomas mencionados. La detección temprana determina el ingreso del paciente pediátrico a la Unidad de Paciente Crítico para monitoreo e inicio precoz de un tratamiento oportuno”.