Las personas de avanzada edad son más propensas a tener esta enfermedad, aunque en jóvenes también se puede desarrollar.
Se trata de una patología degenerativa cerebral crónica, que es ocasionada por la muerte progresiva de neuronas que controlan el movimiento. Sin embargo, también existen síntomas no motores que llegan a ser relevantes para identificarla.
El Dr. Pablo Araya, neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica: “El Parkinson se genera debido a que ciertas neuronas se van desgastando, lo cual sucede en un lugar llamado sustancia negra en el cerebro. En consecuencia, esto provoca una falta de dopamina en otras partes del cerebro llamada ganglios basales, lo que se manifiesta principalmente en trastornos del movimiento”.
Los síntomas se dividen en motores y no motores. Los primeros corresponden a rigidez, lentitud de movimientos y temblor. Estos signos neurológicos se manifiestan de la siguiente forma:
Es importante recalcar que los síntomas motores del Parkinson son asimétricos, es decir, comienzan en un lado del cuerpo y, aunque pasen al otro costado, siguen siendo más intensos en el hemisferio donde comenzaron.
Los segundos síntomas son los no motores:
Se debe acudir a un profesional en caso de sentir algunos de estos síntomas en forma prolongada, especialmente, los asociados a rigidez, temblor o lentitud de un lado del cuerpo o de una extremidad.
Aunque no hay una solución para detener el avance del Parkinson, es importante detectarlo en forma precoz. Cuando no es diagnosticado a tiempo, por ser una enfermedad de lenta progresión, los pacientes pueden acostumbrarse a los primeros síntomas.
El diagnóstico se realiza considerando el historial del paciente y los hallazgos al ser examinado por un neurólogo. En casos cuando no esté claro el diagnóstico, se pueden solicitar exámenes auxiliares como ecografía transcraneal, resonancia magnética de cerebro o datascan.
El Dr. Araya señala que la enfermedad no tiene cura, pero sí tratamiento. “El más usado es la Levodopa, que es la forma farmacológica de llevar dopamina al cerebro. En algunos casos es necesario usar otros medicamentos conocidos como agonistas dopaminérgicos. Para los síntomas no motores se pueden usar otro grupo de fármacos, como laxantes, antidepresivos, medicación para evitar la hipotensión y otros, dependiendo de cada paciente”, indica.
Además, agrega: “Dentro de los tratamientos no farmacológicos existe la terapia ocupacional, la kinesioterapia y la terapia fonoaudiológica. Existe también el tratamiento intervencional del Parkinson, que consiste en alterar funcionalmente los circuitos de la dopamina en el cerebro, donde el más conocido de estos es la estimulación profunda cerebral, la que implica poner unos electrodos en el cerebro”.
Clínica Ciudad del Mar cuenta con neurólogos especializados en manejo de Parkinson. Dispone de un equipo integral de Neurorrehabilitación orientado a garantizar un tratamiento de calidad a los pacientes.
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