Este año la vacunación contra la influenza se adelantará al 18 de marzo y tal como en años anteriores estará dirigida a lactantes entre 6 y 23 meses; adultos mayores de 65 años, enfermos crónicos y embarazadas con 13 semanas de gestación. No obstante, hay quienes no vacunan a sus hijos debido a una serie de mitos.
“Son muchas las acciones que todos podemos (y deberíamos) hacer para prevenir el contagio de este patógeno potencialmente mortal, y otros del tracto respiratorio. Las prácticas básicas incluyen la higiene de manos, cubrir los estornudos con el antebrazo y evitar las áreas con alta densidad de gente (sobre todo si están mal ventiladas). No obstante, para los grupos de riesgo, estas medidas no son suficientes y la vacunación es clave”, explica el Dr. Claudio Cisterna, pediatra de Clínica Ciudad del Mar.
¿Cuáles son las reticencias que plantean los pacientes en la consulta? El Dr. Cisterna da respuesta a los mitos más frecuentes.
“La vacuna no funciona” FALSO
Si bien la efectividad de la vacuna antigripal no es como la de otras vacunas comunes, eso no significa que “no funcione”. “Se estima que si una persona se vacuna contra la gripe ,tiene un 60% menos de probabilidades de contraerla. Su uso ofrece variados beneficios, que incluyen reducción de enfermedad, disminución de uso de antibióticos, menor tiempo de trabajo perdido e incluso puede evitarse la muerte. Una medida preventiva que reduce el riesgo en un 60% no puede considerarse un “fracaso”.
“No me vacuno porque tengo alergia al huevo” VERDADERO
La vacuna contra la influenza inactivada contiene proteínas de huevo y en raras ocasiones produce reacciones alérgicas inmediatas, que incluyen anafilaxia. Por tal razón se recomienda que no reciban esta vacuna las personas con hipersensibilidad intensa al huevo.
Asimismo, que hayan recibido o estén en tratamiento con medicamentos específicos, como corticoides o gammaglobulinas, deben consultar antes con su médico tratante.
“La vacuna causa la gripe” FALSO
La vacuna que se aplica contiene fragmentos de virus muertos, que son capaces de estimular el organismo para producir defensas (anticuerpos) que protegen del contagio, pero que no pueden producir enfermedad.Sin duda, es posible desarrollar una enfermedad parecida a la Influenza o inclusive Influenza confirmada por laboratorio en un período posterior a la vacunación. Esto puede deberse a muchas razones: existen otros virus que ocasionan cuadros similares y no son cubiertos por la vacuna (como el virus sincicial respiratorio), la exposición al virus Influenza puede darse antes que la inmunidad de la vacuna llegue a desarrollarse, y además no hay que olvidar que la vacuna no es 100% efectiva.
“Pueden producirse algunas molestias después de la vacunación ” VERDADERO
Las reacciones asociadas a la vacuna de la influenza que se pueden presentar son dolor, enrojecimiento o hinchazón en el sitio de inyección. Otra reacciones leves son ronquera, dolor enrojecimiento y picazón en los ojos y también fiebre y dolores musculares. Estas reacciones se pueden presentar poco tiempo después de la vacunación y duran 1 ó 2 días.
“No puedo recibir la vacuna porque estoy embarazada ” FALSO
Rechazar la vacuna en estos casos puede ser un riesgo. En las embarazadas, los mecanismos de inmunidad natural tienen una baja normal de actividad durante el embarazo.Las embarazadas y los niños menores de 2 años que se contagian con el virus de la influenza tienen más riesgo de complicarse con otras infecciones (como otitis y neumonía) y de requerir hospitalización y cuidados intensivos. El contagio durante el embarazo también se asocia a mayor riesgo de aborto y parto prematuro.