La menopausia significa el fin del periodo reproductivo de la mujer. Ocurre cuando los ovarios dejan de producir hormonas y se manifiesta, habitualmente, por un tiempo de ausencia de sangrado mayor a un año, lo que genera una serie de sintomatologías, además de la incapacidad de tener un embarazo.
El Dr. Luis Ignacio de la Torre, gineco-obstetra de Clínica Ciudad del Mar, explica: “Este episodio, normalmente, sucede alrededor de los 50 años, pero se presenta antes en un grupo de mujeres. Cuando sucede entre los 40 y 45 años se denomina menopausia precoz y cuando pasa antes de los 40 años se considera prematura. Ambas condiciones pueden generar consecuencias considerables para la salud, por lo que es fundamental reconocer sus manifestaciones para un diagnóstico oportuno”.
Las principales causas son antecedentes familiares, uso de ciertos medicamentos, tratamientos médicos como quimioterapia y radioterapia pélvica, pero no todas las mujeres van a desarrollar esta condición. Otros factores que afectan son las cirugías para extirpar los ovarios, algunas enfermedades autoinmunes y el hábito tabáquico, este último puede provocar que el climaterio se produzca dos años antes y los síntomas sean más fuertes.
“Las primeras señales que manifiestan una menopausia precoz o prematura son la pérdida de regularidad menstrual, aumento o escasez del sangrado de forma recurrente y/o pérdida de menstruación durante un año. Además, si aparecen signos como bochornos, calores, sudoración, problemas para dormir, dolor articular, sequedad vaginal, cambio en los estados de ánimos, incontinencia de orina u otros, que pudieran atribuirse al síndrome de climaterio, se debe considerar una evaluación”, añade el especialista.
Las mujeres que experimentan este cuadro, tienen mayor riesgo de tener problemas de salud como enfermedades cardiovasculares y osteoporosis, pudiendo generarse fracturas en zonas importantes como la vértebras y cadera, debido a la disminución de los niveles de estrógenos en el organismo.
El gineco-obstetra añade: “Para el diagnóstico, primero se realiza una entrevista para evaluar factores de riesgo y condiciones que expliquen por qué la paciente puede estar padeciendo una menopausia precoz o prematura. En segundo lugar, se consulta sobre la presencia de síntomas y trastornos del ciclo menstrual o irregularidad. Por último, se solicitan exámenes de laboratorio y, eventualmente, se complementa con una ecografía ginecológica”.
Los principales tratamientos son la utilización de terapia de reemplazo hormonal, la cual entrega la cantidad de hormonas que los ovarios no están produciendo, evita las consecuencias a largo plazo y disminuye las molestias. Por otra parte, se sugiere dejar de fumar, aumentar la actividad física y tener una alimentación saludable para evitar la obesidad y el sobrepeso.
Finalmente, el Dr. de la Torre agrega: “El consejo más importante para todas las mujeres es llevar un registro de los ciclos menstruales, anotar y no normalizar los síntomas como bochornos, trastornos de ánimo, molestias articulares, cambios en la libido o aparición de dolor durante el coito. Lo importante es consultar preventivamente para indicar el tratamiento oportuno y no cuando la calidad de vida se vea afectada”.