Tener un hijo, puede representar para algunas personas uno de los mayores anhelos en la vida, sin embargo, no siempre basta con tomar la decisión de embarazarse. A veces este proceso se vuelve más complejo de lo que quisiéramos, lo que conlleva una serie de dudas e incertidumbre: ¿seré infértil?
En este sentido, cuando la infertilidad se hace realidad, hay que tomar medidas que ayuden a la pareja a lograr su deseo de convertirse en padres. El Dr. Aníbal Scarella, Ginecólogo Obstetra de Clínica Ciudad del Mar, explica de qué se trata esta patología y ahonda en los actuales tratamientos.
¿Cuándo hablamos de infertilidad?
La Infertilidad se define como el fracaso de una pareja para concebir después de 12 meses de relaciones sexuales regulares, sin el uso de métodos anticonceptivos. Esta enfermedad es clasificada en dos tipos: la Infertilidad Primaria, que se refiere a aquellas personas que no han logrado un embarazo tras un periodo largo sin métodos anticonceptivos. Por otra parte está la Infertilidad Secundaria, que es aquella en donde las parejas han quedado embarazadas al menos una vez, pero que ahora ya no pueden.
Los 4 enemigos públicos de la fertilidad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre un 8% a un 10% de las parejas, experimenta alguna forma de infertilidad, cifra que ha ido en aumento conforme pasan los años. El Dr. Scarella, señala que desde una perspectiva médica, se dice que “existen 4 grandes responsables del incremento de la infertilidad. A ellos, los he denominado los “4 enemigos públicos””:
Cómo se origina esta condición
La infertilidad puede ser causada por muchos factores, ya sean físicos y/o emocionales. Puede deberse a problemas en el hombre, la mujer, o ambos, lo que hace necesario estudiar en forma simultánea a ambos cónyuges.
La recomendación a las parejas, es que consulten con algún especialista si es que no logran un embarazo luego de tener relaciones sexuales sin protección durante un año. No obstante, deben realizarse pruebas antes de ese tiempo en los siguientes casos.
Tratamientos
“El manejo de los pacientes infértiles debe equilibrar la eficacia, costo, seguridad y los riesgos de las alternativas de tratamientos diferentes. El enfoque de cada procedimiento debe ser individualizado para cada pareja y así lograr los resultados esperados”, indica el Dr. Aníbal Scarella.
Dentro de las opciones de tratamiento existe un abanico de posibilidades que se clasifican en baja y alta complejidad.
Las técnicas de baja complejidad (BC) comprenden el coito dirigido y la inseminación intrauterina, uno de los métodos más utilizados. Estas últimas pueden complementarse con estimulación de la ovulación.
En tanto, nos referimos como de alta complejidad (AC), a las técnicas en que se realiza la manipulación in-vitro de ambos gametos masculinos, femeninos, o de los embriones.
El especialista señala que “estas técnicas pueden ser la fertilización in vitro (FIV) y la inyección intracitoplasmática de espermios (ICSI)”. En ambas técnicas, los ovarios son artificialmente estimulados para obtener la maduración de uno o más ovocitos, que posteriormente son aspirados bajo anestesia. En el laboratorio, éstos son fertilizados con los espermios en forma artificial, tras lo cual uno o más embriones se transfieren a la cavidad uterina.
“Los resultados de los tratamientos de fertilidad va a depender de variables como la edad de los pacientes, el diagnóstico y las patologías relacionadas. Sin embargo, en términos generales, 9 de cada 10 parejas podrán lograr un embarazo con algún tipo de tratamiento reproductivo”, declara el especialista de Clínica Ciudad del Mar.
Recomendación
Si usted y su pareja han estado tratando de concebir y no han tenido éxito, se recomienda consultar con un especialista en medicina reproductiva, para orientarlos en este proceso.