Hígado Graso: Todo lo que debe saber sobre esta silenciosa enfermedad

Hígado graso o esteatosis hepática, es la presencia de grasa en las células del hígado. Esta enfermedad se presenta mayormente en mujeres y “se ve asociada a personas que tienen obesidad, resistencia a la insulina, consumo excesivo de alcohol, diabetes mellitus y alteraciones del colesterol o dislipidemias (hipercolesterolemía, hipertrigliceridemia)”, comenta el gastroenterólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Waldo Gallardo.

Si se pregunta si esta enfermedad aparece de un día para otro, hay que especificar que tiene tiempos diferentes de instalación, dependiendo del factor que la favorezca. Por ejemplo: el consumo excesivo de alcohol genera rápidamente hígado graso a diferencia de lo que ocurre con otros factores como la obesidad y diabetes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que “inicialmente esta condición no presenta síntomas, por lo que es muy importante estar informado al respecto y reconocer los factores de riesgo mencionados para poder tener una actitud preventiva”, enfatiza el Dr. Gallardo.

De esta manera, en personas adulto mayores o con antecedentes familiares tales como diabetes, obesidad, resistencia insulínica, hígado graso, cirrosis hepática, dislipidemiae hipotiroidismo, se obtiene beneficio preventivo con la realización de exámenes de laboratorio  y una ecotomografía abdominal anual. Si ya se padece la enfermedad, con fines de control terapéutico y de la evolución de ésta, la realización de exámenes es más frecuente de acuerdo a cada caso en particular.

En cuanto al tratamiento del hígado graso, se basa en controlar los factores asociados y que lo desencadenan, por lo que la duración del mismo varía de un paciente a otro.

Es importante que las personas que padecen esta condición se cuiden y hagan un correcto manejo de sus factores de riesgo, ya que, si bien es cierto que el hígado graso no es mortal, si se puede  complicar “cuando la presencia de grasa en el hígado genera inflamación hepática (esteatohepatitis) que puede progresar a fibrosis hepática (cirrosis) y deterioro de la función hepática (insuficiencia hepática)”, señala el gastroenterólogo.

Para ayudar al no padecimiento de esta condición, es saludable evitar el consumo de alcohol, de medicamentos sin prescripción médica, realizarse chequeos anuales, mantener un peso adecuado y realizar algún grado de actividad física en forma regular. Además, es aconsejable tener buenos hábitos de alimentación, los que “indudablemente contribuyen a evitar el hígado graso, porque de este modo habrá menos posibilidades de tener factores predisponentes o asociados, tales como: resistencia insulínica, obesidad, etc”, concluye el Dr. Gallardo.