“He tenido una buena recuperación, el procedimiento fue rápido y efectivo”

Natalia Guerra, de 39 años, fue sometida a una safenectomía para tratar las várices que afectaban su calidad de vida. Conoce su testimonio.   

Durante el verano del año pasado comenzó a notar que una de sus piernas se hinchaba más que la otra sobre todo en días de calor y, a pesar de que no sentía dolor, en ocasiones llegaba al punto de que sus zapatos le apretaban.   

“Mis venas siempre fueron muy visibles bajo la piel, desde pequeña, por lo que no era algo que llamara mi atención. Como soy kinesióloga, con mis conocimientos pude que notar que algo no andaba bien, por eso pedí una hora médica de inmediato. Fui atendida por el Dr. Alejandro Kotlik, cirujano vascular de Clínica Ciudad del Mar, quien me solicitó un examen para analizar mi situación, el cual el mismo efectuó e indicó que tenía varices y me debía operar”, explica.  
   
Natalia no se sorprendió con el diagnóstico, debido a que en su familia ya han tenido esta condición, por lo que sabía que la posibilidad de desarrollarla era alta. A pesar de que no era una urgencia tratar la enfermedad, prefirió comenzar de inmediato con el proceso para dar fin a sus molestos síntomas. La primera indicación fue usar medias de compresión diariamente hasta cuando se pudiera realizar la cirugía.   

En agosto fue sometida a una safenectomía, una cirugía mayor ambulatoria que se realiza en Centro Médico Bosques, la cual tiene como objetivo disminuir el cansancio de estas extremidades, restablecer la circulación y prevenir posibles complicaciones. Esta intervención permite una recuperación más rápida y que el paciente pueda estar en su hogar el mismo día, retomando rápidamente su rutina. De hecho, a Natalia le indicaron medicamentos para el dolor post cirugía, pero cuenta que no fueron necesarios.   
 
“El equipo médico siempre fue muy atento conmigo. Contestan las dudas, llaman antes de la operación ayudando a cumplir el preoperatorio de manera más fácil. En la Unidad de Pabellón todo el personal fue muy amable, dispuestos a orientarme en todo momento”, comenta.   
 
Natalia cuenta que, a pesar de haber pasado por todo este proceso, se ha sentido bien emocionalmente. Aunque en el futuro se tendrá que operar la otra pierna por el mismo motivo, expresa que lo haría con la certeza de que es un procedimiento rápido y efectivo.   

Finalmente, agrega: “Mi cicatriz quedó muy pequeña, incluso se asemeja a que fuera un rasguño. He aprendido a no dejar pasar las cosas y si uno nota algo extraño en su cuerpo, lo más importante es consultar a un especialista a tiempo y mantener una vida activa, para evitar el sedentarismo que es muy negativo para la salud”.