Héctor Tapia, de 68 años, tuvo un accidente laboral, en el que se cortó los tendones de dos dedos en una de sus manos, por lo cual fue sometido a una intervención para recuperar la movilidad. Conoce su historia.
Hector estaba instalando los tabiques de una casa, cuando se subió a una banca y resbaló. Como no encontró nada para afirmarse y evitar la caída, se sostuvo en un fierro que provocó que se cortara los tendones de dos dedos de su mano derecha: el índice y el dedo medio.
Tan pronto como pudo, asistió a una consulta con la Dra. Militza Murúa, traumatóloga especialista en mano y muñeca de Clínica Ciudad del Mar, quien le indicó que debía operarse lo más pronto posible, antes que desarrollara una gran fibrosis secundaria.
“Sin los tendones flexores no podríamos realizar ninguna actividad de la vida diaria, desde comer hasta vestirnos, ya que la función de agarre o pinza de la mano se hace a través de estos tendones”, explica la especialista.
“Fue un alivio que la Dra. Murúa me evaluara porque me explicó todo detalladamente y me dijo que debíamos operar de inmediato. Ella buscó una hora disponible en Centro Médico Bosques para realizar la intervención”, comenta el paciente.
Héctor entró a pabellón para ser sometido a una cirugía mayor ambulatoria llamada tenorrafia en los flexores de la mano. La Dra. Murúa indica que esta intervención, consiste en unir los tendones flexores, a través de una sutura para recuperar la movilidad de los dedos.
Estuvo 3 horas en operación, de la cual recuerda: “Fue muy buena cirugía porque al día de hoy no se nota ninguna gran cicatriz. Todo el equipo se portó súper bien conmigo, fueron atentos y me sentí muy acompañado”.
Héctor, además, recalca que las medidas sanitarias que tiene la clínica le dieron la confianza necesaria antes de optar por la cirugía. “Los protocolos contra el COVID-19 estuvieron muy buenos, fueron muy cuidadosos e incluso tuve que hacerme un examen PCR, que me dio seguridad para operarme”.