Diego González, de 25 años, fue diagnosticado de cáncer testicular y, luego de 4 meses de tratamiento, dio por terminada esta etapa.
En 2020 comenzó a sentir algo extraño en uno de sus testículos, lo que llamó su atención y decidió acudir a una consulta médica. Le realizaron exámenes para descubrir el origen de su molestia y los resultados indicaron la existencia de un tumor.
Le extrajeron el testículo donde se ubicaba esta masa y con la muestra se logró determinar que era maligno. En noviembre del mismo año le diagnosticaron cáncer testicular en etapa 3. Emocionalmente, al principio le costó procesar y asumir lo que estaba pasando, pero después asumió que era una etapa de su vida que iba a enfrentar de la mejor manera posible.
“Para iniciar mi terapia me derivaron a Clínica Ciudad del Mar, donde me atendí con el Dr. Eduardo Strube, oncólogo, quién siempre me entregó información clara sobre mi enfermedad y el proceso a seguir, indicando que debía tener 4 ciclos de quimioterapia. Anímicamente estaba nervioso y ansioso por empezar. En junio de 2021 comencé con el tratamiento y, a pesar de sus efectos secundarios, sabía que sería mi aliado en esta batalla para salir adelante y ganarle al cáncer”, comenta.
Diego menciona que todo el equipo del Centro Integral de Oncología lo recibió muy bien, siendo muy atentos con él y su familia. Le daba gusto ir porque hacían de algo difícil, un proceso mucho más grato. En septiembre del mismo año terminó su tratamiento de quimioterapia.
“Cuando realice el Rito de la Campana para celebrar el fin de mi etapa contra el cáncer, estaba muy contento, fue muy emocionante ganarle a esta enfermedad, esos momentos nunca se olvidan. Las personas que me acompañaron hicieron que esta ocasión fuera demasiado linda y perfecta, no podría pedir nada más del equipo del Centro Integral de Oncología, siempre dieron todo por mí”, señala.
Actualmente, Diego ha evolucionado de forma satisfactoria y sigue con controles cada tres meses, los que pronto comenzarán a ser más esporádicos.
Finalmente, agrega: “Hay que ser positivo y no rendirse nunca. La quimioterapia es muy importante y, aunque tenga efectos secundarios, hay técnicas para saber llevarla, como tomar harto líquido y mantener una buena alimentación, pero sin duda lo primordial es tener las ganas de superación desde el primer momento. Todos pueden ganar esta batalla y llegar un día a tocar esa campana”.