Paola Peirano, de 47 años, recibió el servicio del Programa de Navegación Oncológica de Clínica Ciudad del Mar para el apoyo en su vivencia con cáncer de mama.
“Llevaba 2 años sin control preventivo y en 2022 decidí acercarme a la Clínica a hacerme una mamografía y una ecografía mamaria. En el primer examen hubo un hallazgo, del cual me informaron inmediatamente. Después de eso, comenzó el proceso de realizar más estudios y finalmente una biopsia para identificar lo que tenía”, cuenta.
En diciembre del mismo año, comenzó a ser atendida por el Dr. Walter Vásquez, cirujano mastólogo, quien revisó los resultados de los análisis y le señaló que tenía cáncer de mama en etapa inicial. Le sugirió hacer más estudios y se pesquisó que finalmente, tenía esta enfermedad en ambos senos.
“Luego del diagnóstico, en junio del 2023 me realizaron una operación de mastectomía bilateral y comencé con hormonoterapia para evitar que el cuerpo siga produciendo hormonas que alimentan el cáncer, la cual mantengo hasta que me realicen la cirugía reconstructiva de mamas”, señala.
Cuando comenzó esta vivencia, cuenta que recibió la llamada de Karina Rojas, enfermera del Programa de Navegación Oncológica, quien le comentó sobre este servicio que ofrece Clínica Ciudad del Mar y si quería participar.
“Este programa permite guiar y acompañar a los pacientes durante su enfermedad, para identificar y ayudar a superar las barreras asociadas al proceso de atención. Es personalizado, gratuito y dirigido a los pacientes, sus familias y cuidadores que estén cursando la sospecha o tengan confirmado un cáncer. Actualmente sólo tenemos habilitada la orientación para cáncer de mama, pero estamos trabajando para poder seguir ampliando esta hermosa labor a otras patologías oncológicas”, explica la enfermera coordinadora del programa.
Paola indica que el acompañamiento recibido ha sido fundamental, porque en esta enfermedad se desconocen muchas cosas y siempre hay dudas, por lo que la relación que se entabla entre la persona que los guía en el servicio es bastante efectiva y cordial. Destaca que existe un acompañamiento emocional, educativo y humano que es necesario en este proceso de largo aliento.
“Para otras personas que estén viviendo algo similar, les puedo decir que es un proceso difícil, pero se puede continuar. En mi caso fue fundamental el apoyo familiar, el médico y, sobre todo, el de la enfermera del Programa para afrontar esta etapa con mayor facilidad”, agrega.