María Isolina Mendoza, de 39 años, y su esposo Sebastián Herrera, se realizaron un tratamiento de fertilidad con el Dr. Anibal Scarella, especialista en Medicina Reproductiva, para tener a su hijo Felipe.
Hace más de un año se encontraban intentando tener a su segundo hijo e Isabella, su hija de 4 años, insistía en que quería tener un hermano. Fue así como tomaron la decisión de consultar con un profesional.
“En nuestro primer embarazo tuvimos problemas de fertilidad. Buscamos un tratamiento, pero tuvimos varias situaciones estresantes que nos impedía tener resultados positivos. Por eso, decidimos irnos de vacaciones y tuve la suerte de volver embarazada de Isabella. Somos muchas las parejas que estamos sanas, pero tenemos un tipo de infertilidad secundaria en la que afecta el área emocional y psicológica”, señala.
Con esta incertidumbre, visitó al Dr. Marcelo Rodríguez, gineco-obstetra de Clínica Ciudad del Mar, el cual le comentó que debido al tiempo que llevaban intentado, la edad y otros factores, les recomendaba visitar al Dr. Anibal Scarella, especialista en Medicina Reproductiva.
“Muchas veces me cuestioné por qué no podíamos tener un hijo si estábamos sanos. Generalmente, uno se lleva el mayor peso, por el tema del útero, ovarios, óvulos, entre otros. Teníamos compatibilidad con mi marido, sin embargo, con el tiempo no pasaba nada. Cuando conocimos al Dr. Scarella fue todo muy mágico. Teníamos muchas expectativas en él y estábamos confiados en que todo iba a funcionar, ya que nos dió seguridad”, indica.
Sus exámenes arrojaron buenos resultados y el doctor les mencionó que esto era un punto a favor para el tratamiento que debían seguir, el cual consistía en una fertilización intrauterina y, si con tres intentos no funcionaba, pasarían a la segunda etapa que era la fertilización in vitro. Afortunadamente, tuvieron la sorpresa de que cuando realizaron el procedimiento funcionó en el primer intento y, dos semanas después, el test sanguíneo salió positivo.
“Cuando mi embarazo estaba avanzando, el Dr. Luis Ignacio de la Torre, gineco-obstetra, nos acompañó en el seguimiento del mismo. Su apoyo fue excelente y se generó un lazo de cariño. Con su amabilidad y empatía te das cuenta de que la calidad humana está por sobre lo profesional. Los doctores se han dado el tiempo de resolver las dudas, explicar y educar, eso para nuestra familia ha sido impagable y muy importante”, comenta.
Felipe nació el 23 de marzo. Para ellos, todo el camino ha sido lindo y asombroso. Aunque esta situación les generó en un principio temor, dudas y cuestionamientos, destacan que el acompañamiento que hay detrás ayuda mucho a perseguir el sueño y son una pieza esencial en todo este proceso.
Finalmente, María Isolina agrega: “Es importante tener a un profesional para hablar de las inquietudes, que pueda guiar y dar tranquilidad. Hay que seguir luchando y confiar en el equipo tratante. El Dr. Scarella cuenta con toda la experiencia para dar una solución. Sugiero que lo visiten, conozcan y permitan que les entregue todas las recomendaciones disponibles. Es fundamental no perder la esperanza, buscar y confiar en los especialistas”.