Camila Saavedra, de 33 años de edad, se realizó un examen de Papanicolau y fue diagnosticada de cáncer cervicouterino en etapa tres.
En 2022, Camila sintió que algo no estaba bien en su cuerpo. Llevaba tiempo con poco ánimo, debilidad muscular, dolor y molestia en la zona de la pelvis. En febrero tuvo sangrado irregular durante su ciclo menstrual, por lo que consultó con el Dr. Luis Molina, ginecólogo especializado en piso pélvico de Clínica Ciudad del Mar, quien le realizó diversos exámenes como Papanicolau (PAP), ecotomografía ginecológica, prueba PCR VPH, entre otros. El PAP evidenció la presencia de células cancerígenas e inflamación inespecífica en el cuello uterino, así también se pudo detectar la presencia del virus del papiloma humano (VPH).
“Con estos resultados fui inmediatamente derivada al Dr. Felipe Núñez, ginecoo-oncólogo de Clínica Ciudad del Mar, quien me realizó nuevos exámenes, entre ellos, una colposcopia, una conización cervical y PET (tomografía por emisión de positrones), por lo que en agosto de ese mismo año recibí el diagnóstico de cáncer cervicouterino en fase III. Al ser diagnosticada sentí un alivio por tener claridad de lo que me estaba enfrentando, ya que fueron al menos 6 meses de constantes exámenes. Fue una noticia dolorosa, difícil de asimilar, pero también sentí la tranquilidad al encontrarme con los mejores especialistas”, afirma.
Menciona que el Dr. Núñez le entregó su diagnóstico de manera empática, cercana y explicando claramente los procesos que vendrían. En septiembre, tras la realización de la conización cervical pudo comenzar su terapia, donde se realizaron dos cirugías y una transposición ovárica laparoscópica, para iniciar los ciclos de quimioterapia a fines de diciembre en el Centro Integral de Oncología de Clínica Ciudad del Mar.
De manera simultánea recibió radioterapia y, en febrero de este año, tuvo un tratamiento de braquiterapia. “Si bien fue un proceso molesto, debo decir que recibí en todo momento apoyo y colaboración del equipo médico de la Clínica, recuerdo con mucho cariño a las profesionales del Centro, especialmente a la enfermera Marcela Quiroga y a la TENS Irma Encina. Todos realizan una excelente labor de acompañamiento y contención en el proceso de quimioterapia, entregando un buen trato y amabilidad en esa etapa tan amarga”.
Destaca la atención de su médico tratante, el Dr. Eduardo Strube, oncólogo de la Clínica, quien siempre le dio una palabra de aliento y motivación para su recuperación. Indica que parte de su mejoría se debe al excelente trabajo que realizaron todos los profesionales. Hoy sigue en su proceso de recuperación, recibiendo apoyo desde el área de salud mental y sobrellevando las huellas que dejó esta enfermedad en su vida.
“Todas las mujeres mayores de 30 años deberían realizarse de manera preventiva la prueba para detectar el virus papiloma humano, ya que uno de los cánceres más habituales entre las mujeres es el cervicouterino, es de gran relevancia pesquisarlo a tiempo, para recibir un tratamiento de manera oportuna. Hay que aprender a recibir el cuidado y apoyo de los demás, valorar a las personas que se encuentran a tu lado y agradecer la vida. Por muy duro y difícil que parezca, se puede salir adelante, es una etapa de transformación y de sanación donde hay que entregar lo mejor de uno cada día y luchar hasta el final”, concluye Camila.