Las enfermedades neurológicas son perturbaciones del complejo sistema que controla nuestro organismo, el cual incluye cerebro, médula espinal y los nervios de todo el cuerpo. Sin embargo, cuando el afectado es el cerebro y la patología no se trata a tiempo, los resultados pueden llegar a ser catastróficos para quien padece la enfermedad y también para su entorno.
Entre las enfermedades neurológicas podemos diferenciar aquellas causadas por enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro y la médula espinal, como los accidentes cerebrovasculares; las causadas por anomalías genéticas, como la Enfermedad de Huntington y la Distrofia Muscular, las de causa degenerativa como la Enfermedad de Parkinson y Alzheimer, las infecciosas como las meningitis, las secundarias a traumatismos del cráneo y columna vertebral y finalmente las que tienen múltiples causas, como la epilepsia, entre otras. El Neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Enzo Rivera destaca que además de estos problemas, las complicaciones que afectan los vasos sanguíneos del cerebro, conocidos como accidentes cerebro vasculares, suelen ser los más comunes y catastróficos.
De un momento a otro y muchas veces sin aviso, lo atacan con graves consecuencias, cambiando para siempre la vida de quienes lo sufren, afectando su independencia y afligiendo a familiares y entorno más cercano. Entre estas patologías los infartos y hemorragia cerebrales son las más frecuentes. El especialista comenta que en la actualidad esta enfermedad afecta cada vez a más personas, y hoy se puede llegar a atender, producto de esta causa, hasta 10 pacientes diarios en los diferentes servicios de salud. La incidencia ha aumentado, entre otras razones, porque no existe suficiente conciencia sobre la importancia de realizarse controles previos para detectar y disminuir los factores de riesgo de esta enfermedad.
De los accidentes vasculares encefálicos el más común, con un 70% sobre el total de ellas, es el infarto cerebral, que ocurre por la obstrucción en una arteria y un déficit agudo en la circulación. Esto lleva finalmente a la muerte neuronal con graves consecuencias cognitivas y motoras. Por otra parte, existe aproximadamente un 25% de los accidentes vasculares cerebrales que son causados por hemorragias, donde la rotura de un vaso sanguíneo provoca una lesión focalizada con similares consecuencias al infarto cerebral.
Estas enfermedades se manifiestan con síntomas de aparición brusca, como dificultad para hablar, falta de fuerza en un brazo, pierna o ambas extremidades, confusión mental, inestabilidad de la marcha, visión doble y compromiso de conciencia, todos ellos de aparición en pocos minutos u horas.
Al presentarse estos síntomas es necesario que la persona acuda de inmediato al servicio de urgencia de algún centro asistencial. Dentro de la primera hora, en el caso de los infartos cerebrales, hay tiempo para una terapia efectiva que permita disolver el coagulo, llamada terapia trombolítica, la cual debe efectuarse obligatoriamente antes de las primeras 3 horas de iniciados los síntomas. En cuanto a la prevención de los accidentes cerebrovasculares, el profesional detalla que los controles periódicos de peso, presión arterial, glicemia, y perfil lipídico, especialmente después de los 40 años, son los más importantes, ya que el daño de los vasos sanguíneos es silencioso y acumulativo a lo largo del tiempo. Por ello es muy importante mantener un estilo de vida saludable junto a una buena alimentación. Conservar el peso ideal, hacer ejercicios de manera regular, evitar la comida “chatarra” y el exceso de alcohol y tabaco.