Enfermedades cerebrovascular: ¿Por qué son tan peligrosas?

El cerebro controla todo lo que pensamos, cómo nos movemos, sentimos y comportamos. Las lesiones que una enfermedad cerebrovascular puede generar al cerebro pueden afectar cualquiera de esas habilidades. Actuar rápidamente, frente a los primeros síntomas, es crucial para evitar consecuencias que puedan llegar a ser fatales.

Las enfermedades cerebrovasculares son la segunda causa de muerte en Chile según el Ministerio de Salud y pueden afectar a personas de todas las edades. Según explica el Dr. Marcelo De Giorgis, neurólogo de Clínica Ciudad del Mar “esta enfermedad consiste en la oclusión o ruptura de una arteria en el cerebro. Estas arterias se pueden tapar mediante un émbolo (coágulo) o por placas  de colesterol complicadas (trombosis)”.

En esta enfermedad como en otras,  lo mejor es la prevención y por eso es importante estar alerta a los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de tener un ataque cerebral. El especialista de Clínica Ciudad del Mar explica que existen factores como la edad, el sexo y la raza sobre los cuales no se puede  intervenir, pero hay otros que son modificables como el manejo de la hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, sedentarismo, sobrepeso,  tabaquismo y alcohol.

Aunque los ataques cerebrales son una enfermedad del cerebro, sus consecuencias afectan a todo el cuerpo. Estos efectos pueden ocasionar secuelas físicas y mentales irreversibles e incluso la muerte.

“En ocasiones,  las personas pueden ignorar un síntoma y creer que se trata de cualquier molestia. Ante cualquier déficit neurológico brusco en aparecer como alteraciones del equilibrio, dificultad para hablar o expresarse, debilidad de una parte del cuerpo o pérdida brusca de visión, es necesario consultar con un especialista”.

Es importante entender que un ataque cerebrovascular es una emergencia médica y por lo tanto,  el neurólogo recalca la importancia de actuar rápidamente ante los primeros síntomas, ya que la atención médica inmediata puede salvar la vida y aumentar las posibilidades de una recuperación exitosa.