Diabetes y el cuidado de los pies: Señales para estar alerta

La diabetes es una patología muy prevalente en nuestro país. Según el Ministerio de Salud, 1 de cada 10 chilenos tiene esta enfermedad, debido al aumento del sobrepeso, sedentarismo, entre otros factores. 

La Dra. Jocelyn Cortés, endocrinóloga de Clínica Ciudad del Mar, explica: “La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad crónica que consiste en una alteración en el metabolismo de los hidratos de carbono, que se caracteriza por una hiperglucemia, es decir, un problema en la forma en que el cuerpo utiliza la glucosa sanguínea”.

Valeria Mendoza, enfermera de la Unidad de Curaciones, menciona: “Esta enfermedad genera que el paciente mantenga un nivel de azúcar en la sangre elevado de manera crónica, lo que puede provocar un daño en nervios y vasos sanguíneos, generando una disminución de sensibilidad, oxígeno y sangre a los pies, es por esto que los pacientes diabéticos son más susceptibles a tener lesiones. Además, aumenta el riesgo debido a la falta de sensibilidad que se produce en esta parte del cuerpo, permitiendo que una pequeña herida se transforme en una úlcera”. 

Estas lesiones pueden ser profundas, con riesgo de infección y amputación de la extremidad, por lo que es muy necesario el cuidado constante de esta zona.

“Para prevenir estos problemas, es fundamental que los pacientes diabéticos realicen una evaluación constante de los pies y dedos, buscando ampollas, heridas, enrojecimiento, maceración, grietas en la piel o inflamaciones y palpando si hay zonas más calientes que otras. Además, deben mantener el nivel de azúcar bajo control y no fumar, ya que el cigarrillo altera la circulación sanguínea e impide una buena cicatrización”, añade la enfermera. 

La Unidad de Curaciones establece las siguientes indicaciones para la correcta higienización de estas extremidades: 

  • Lavar los pies a diario con jabón de glicerina y agua tibia, revisando que la temperatura no sea muy caliente. 
  • Secar cuidadosamente con toalla seca o papel absorbente, especialmente entre los dedos y con suavidad.
  • Humectar a diario por encima y debajo de los pies, pero no entre los dedos. Idealmente preferir vaselina. 

Por otra parte, para mantener una óptima salud en esta zona, es necesario que los pacientes consideren las siguientes recomendaciones:

  • Usar zapatos holgados, de cuero suave o lona, con punta redonda, sin costuras interiores y cómodos, que cubran toda la extremidad. 
  • Evitar el uso de sandalias.
  • Seleccionar cuidadosamente los calcetines, que no contengan orificios. 
  • No usar ligas elásticas y priorizar aquellos elementos de fibras naturales.
  • Cambiar los calcetines a diario. 

Finalmente, Valeria Mendoza señala: “Es necesario acudir a un profesional de forma precoz cuando exista alguna lesión en los pies como una herida o grieta, ampolla, inflamación y calor local en zona o enrojecimiento. Es muy importante evitar el uso de guateros, bolsas de agua caliente o calentadores eléctricos. No acercarse demasiado a estufas o braseros y, si el paciente presenta callos, debe consultar con un podólogo profesional”.