Día Mundial del Parkinson Cómo enfrentar el temblor constante

El Parkinson afecta a cerca de tres mil chilenos y a millones de personas alrededor del mundo. Si bien este trastorno neurodegenerativo no tiene cura, existen diversos medicamentos que ayudan a mejorar los síntomas y calidad de vida del paciente. En el Mes del Cerebro, el Dr. Pablo Araya, neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica en qué consiste esta patología y sus síntomas para detectarlo a tiempo.

Rigidez, lentitud de los movimientos y temblores, son los elementos ― casi siempre asimétricos― que revelan la aparición del Parkinson, enfermedad neurodegenerativa progresiva, que es causada por la falta de producción de dopamina en el cerebro y que se caracteriza por producir, principalmente, trastornos motrices en el cuerpo, aunque también varios aspectos neurológicos. 

Se estima que en Chile, este trastorno afecta a más de tres mil personas y a millones a nivel internacional. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que en el mundo esta cifra se duplicará en veinte años.

“Esta patología puede aparecer en cualquier etapa de la vida adulta pero es mucho más frecuente en los ancianos; sólo un 5% de las veces debuta antes de los 40 años. Además, si bien la causa específica de esta patología se desconoce, se tiene conocimiento de que en algunos casos minoritarios el problema podría estar relacionado a componentes genéticos y ambientales”, sostiene el Dr. Pablo Araya, neurólogo de Clínica Ciudad del Mar.

Cómo distinguir los temblores

Clásicamente el Parkinson se divide en etapas de acuerdo a una escala conocida como Hoehn and Yahr. En etapa I, la enfermedad sólo se manifiesta levemente a un lado del cuerpo; en etapa II hay afectación bilateral, pero sin comprometer el equilibrio; en la III parte, hay afectación bilateral asociado a inestabilidad al caminar y de la postura pero aun es independiente; en etapa IV hay incapacidad grave pero aún puede permanecer de pie sin ayuda. Finalmente, en etapa V el paciente ya está en silla de ruedas o postrado en cama.

Esta patología, descrita por primera vez en 1817 por el doctor inglés James Parkinson, es ocasionada por una deficiencia de dopaminas asociada a la degeneración de la sustancia negra en el cerebro. Esto quiere decir que el Parkinson es consecuencia, en cierta medida, de la pérdida de neuronas implicadas de la producción de esta sustancia, afectando principalmente al movimiento.

Las señales a las que hay que estar alertas, indica el doctor Araya, son la falta de expresividad facial, ir achicando la letra, el encorvamiento progresivo de la espalda y voz con poco volumen. Asimismo, es muy común que haya trastorno de la marcha, caracterizado por un caminar con paso pequeño y corto, con menos movimiento de un brazo al caminar y con pérdida de la capacidad de recuperación de la postura si uno es empujado. 

“Existen otros síntomas que no afectan el movimiento, pero que son también muy importantes en el desarrollo del Parkinson, y que incluso pueden aparecer antes del trastorno del movimiento. Éstos son la perdida de olfato, problemas del sistema nervioso autonómico, como el estreñimiento, el mareo o desmayo al incorporarse por baja de presión arterial o problemas con el sueño, como el moverse o hablar mientras se sueña”, señala el neurólogo de Clínica Ciudad del Mar. 

Es importante decir que es frecuente que los síntomas motrices comiencen como sensación de pesadez asociado a temblor en el reposo de una extremidad, generalmente de una mano.

Tratamiento y prevención

El tratamiento para esta patología consiste en medicamentos que aumenten la disponibilidad de dopamina en las uniones entre las neuronas. También es importante la estimulación cognitiva (ejercicios para la memoria), ejercicio físico y evitar caídas. “Existe un tratamiento con cirugía que estimula algunos sitios cerebrales involucrados en esta enfermedad, pero es para un grupo especial de pacientes, en general menores de 50 años de edad”, afirma el especialista.

Así, el neurólogo Pablo Araya ratifica que hasta ahora no existe ninguna medida que se haya demostrado para prevenir la enfermedad de Parkinson, ni para curarla. Por lo mismo, lo más importante es la consulta precoz ante la sospecha de las señales indicadas, para que el tratamiento sea lo más efectivo posible.

“Cuando los pacientes no son tratados, la enfermedad puede progresar, provocando incapacidad total y hasta una muerte prematura. En cambio, si hay tratamiento el grado de discapacidad es variable y los síntomas más llevaderos”, asegura.

De esta manera, el tratamiento del Parkinson debe enfocarse de manera multidisciplinaria, dado que la enfermedad no sólo presenta problemas motores, sino una serie de manifestaciones no motoras.

El Dr. Pablo Araya, neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, puntualiza que este mal puede llegar a confundirse con otras enfermedades, llamadas Parkinsonismos Secundarios, ya que comparten síntomas comunes como la rigidez, lentitud y temblor. La principal confusión puede ocurrir con el parkinsonismo asociado a uso de ciertos medicamentos en forma crónica. 

Recomendaciones

El doctor Araya, de Clínica Ciudad del Mar, entrega una serie de consejos para quienes manifiestan Parkinson, de modo que tengan una mejor calidad de vida:

  • Cuidar la alimentación, que sea una dieta equilibrada y con abundante líquido.
  • Respetar las horas de sueño
  • Realizar ejercicios diarios