Afecta a 155 millones de personas en el mundo, según la OMS. “En niños con padres responsables y tratamiento bien llevado, el paciente puede evolucionar bastante bien. Por otro lado, en adolescentes la falta de supervisión de adultos puede significar abandono de tratamiento y fracaso terapéutico”, asegura el Dr. Claudio Cisterna, pediatra de la Clínica Ciudad del Mar.
El asma constituye la enfermedad crónica más común en la niñez y representa la principal causa de ausentismo escolar, afectando a 155 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con el fin de concientizar y educar a la población sobre esta enfermedad, es que desde 1998 se conmemora el Día Mundial del Asma el primer martes de mayo, ya que la principal complejidad viene dada por el manejo en pacientes, explica el Dr. Claudio Cisterna, pediatra de la Clínica Ciudad del Mar, quien advierte que “en niños con padres responsables y tratamiento bien llevado, el paciente puede evolucionar bastante bien. Por otro lado, en adolescentes, la falta de supervisión de adultos puede significar abandono de tratamiento y fracaso terapéutico”.
Principales síntomas
Respecto a los síntomas, el Dr. Cisterna explica que la tos persistente -que a veces dificulta las actividades normales como hacer ejercicios, y en casos graves hasta comer o dormir, por su persistencia e intensidad- en algunas oportunidades puede manifestarse como síntoma único”.
El especialista sostiene que otra manifestación de la enfermedad es el cansancio, especialmente al caminar rápido o correr, mientras que “muchos niños presentan, además, signos y síntomas asociados a alergia, rinitis y dermatitis”.
Asimismo, el Dr. Cisterna asegura que otro síntoma es “el silbido producido al respirar (sibilancias), que generalmente lo escucha el médico al examinar, pero a veces pueden sentirse a oído desnudo”.
Aunque se trata de una enfermedad que no se puede evitar, sí es posible evitar o disminuir las crisis. “Primero siguiendo las indicaciones que el médico le da, y evitando alergenos comunes como el polvo, algunos pólenes o caspa de algunos animales. El tratamiento, además de lo preventivo, consiste en medicamentos antiinflamatorios, medicamentos broncodilatadores y en algunos casos antialérgicos. En estos pacientes se recomienda vacunar anualmente contra la influenza”, sostiene el Dr. Cisterna.
Además del polvo, pólenes y caspas de animales, el facultativo explica que “existen algunos tipos especiales de asma que pueden desencadenarse con el ejercicio o incluso medicamentos”.
Por último, el médico manifiesta que “los broncodilatadores ayudan fundamentalmente en la etapa aguda, en las fases de mantención se utilizan principalmente antiinflamatorios como los corticoides o antileucotrienos”.