Durante el período de descansos, usualmente las personas se relajan y dejan de realizar ejercicio, lo que puede afectar de manera negativa a la salud, por lo que es fundamental retomarlo y saber cómo hacerlo para que no se generen lesiones.
Los beneficios de la actividad física para el cuerpo y la salud son múltiples, ya que ayuda a garantizar un óptimo descanso, subir la autoestima, fortalecer la musculatura, movilizar articulaciones y combatir diversas enfermedades como diabetes, problemas vestibulares, equilibrio, artritis, artrosis, sobrepeso y obesidad.
Valeria Carrasco, kinesióloga de Clínica Ciudad del Mar, explica: “Si una persona que realiza deporte de alto rendimiento o competición deja de practicar las rutinas durante vacaciones, será negativo para su condición y rendimiento. Un paciente que va regularmente al gimnasio, sale a trotar o se suele ejercitar, lo puede seguir haciendo al lugar que vaya, quizás no con la misma frecuencia, pero evitando dejar esta práctica”.
A partir de la cuarta y octava semana después de haber dejado la actividad física, el organismo pierde masa muscular en cierto porcentaje. No es bueno retomar el hábito inmediatamente, ya que siempre debe ser de forma paulatina, observando y escuchando al cuerpo, de lo contrario es muy probable que se genere una lesión de un tejido o articulación. La intensidad debe ir aumentando de forma gradual, poniendo atención a posibles molestias y dolencias que se puedan presentar.
“Para no abandonar el hábito deportivo, lo ideal es definir un objetivo específico de porque se desea hacer ejercicio, el cual debe considerar una meta alcanzable y realista. Elegir un plan adecuado para cada persona, con los tiempos necesarios y tener ciertas recompensas para una mayor motivación. Por otro lado, es una buena opción contar con la ayuda de aplicaciones móviles que proporcionan programaciones y rutinas”, comenta la especialista.
Cuando se establecen metas y existen cambios, el riesgo de dejar el deporte será menor, porque se verán resultados. El periodo de acondicionamiento del organismo dependerá de la condición en que se encuentre el paciente, ya que, en casos de personas con sobrepeso, la adaptación será en un tiempo más largo y en situaciones que se prefieran movimientos aeróbicos, los cambios se notan en la cuarta semana, a diferencia de prácticas más intensas que demoran un poco más de tiempo.
Finalmente, la kinesióloga agrega: “Siempre es importante llevar una dieta saludable y balanceada, para obtener de forma certera los resultados que se quieren lograr. Es fundamental una asesoría con nutricionistas, que acompañen el proceso con un buen plan de alimentación y una guía de horarios. Además, es necesario acudir a un especialista en Kinesiología, independiente de la actividad que se quiera realizar, para una evaluación de la condición física, así el profesional podrá orientar acerca de cómo hacer los ejercicios de manera correcta y la preparación para estos, con el fin de que no se desarrollen lesiones”.