Chile es un país donde constantemente se hace sentir la fuerza de la naturaleza. Así, la tarde del lunes, un temblor de 6,9° Richter sacudió al país entre las regiones de Coquimbo y el Bío Bío, el más fuerte tras la seguidilla de movimientos que se arrastran del sábado, generando episodios de temor y pánico. ¿Qué hacer en estos casos? ¿Cómo enfrentar el miedo y angustia? La psicóloga de Clínica Ciudad del Mar, Claudia Badilla, entrega consejos para poder afrontar esta situación de la mejor manera posible.
La magnitud de los eventos catastróficos, la anticipación del impacto que pueda llegar tener y el carácter repentino e impredecible de los acontecimientos generan miedo en las personas, desencadenando una respuesta adaptativa de aumento de ansiedad y preparación para escapar, lo que es normal y útil como mecanismo de defensa ante daños potenciales.
Claudia Badilla, psicóloga de Clínica Ciudad del Mar, sostiene que también existen respuestas ansiosas durante los días siguientes, donde se mantiene la alerta. Posteriormente vienen emociones como la pena, rabia, culpa y disposición a enumerar las pérdidas o daños físicos y materiales.
Si bien la mayoría de la población tiene estas reacciones, hay grupos más vulnerables, como las embarazadas, niños, adolescentes y ancianos, que pueden experimentar respuestas menos adaptativas, cuyo inicio puede manifestarse inmediatamente e incluso hasta meses después. Asimismo, señala la psicóloga, puede haber descompensación en personas con trastornos psiquiátricos previos.
“Esta situación de crisis se vive como un estado de desequilibrio, que puede demorar un tiempo en restablecerse, hasta que las personas logran asimilar, reorganizarse y adaptarse, lo que no necesariamente implica retomar la vida tal cual estaba antes de sufrir la catástrofe”, enfatiza la profesional de Clínica Ciudad del Mar.
Las repercusiones psicológicas más frecuentes son sintomatología depresiva, ansiosa y trastorno de estrés post traumático (TEPT); situaciones que de persistir en el tiempo requieren de la asistencia de algún especialista.
Hay que tener en cuenta que las crisis incorporan cambios en el sistema de comportamiento, que muchas veces resultan ventajosos, ya que permiten descubrir o desarrollar nuevos recursos adaptativos y salir fortalecidos de tales experiencias.
Consejos para enfrentar estas situaciones
La psicóloga Claudia Badilla sostiene que si bien es complejo abordar las emociones ante este tipo de circunstancias, hay que confiar en que la ansiedad es una respuesta adaptativa que tiende a bajar espontáneamente. Por lo tanto, es necesario mantener la calma y no temer a las reacciones físicas propias del miedo para no llegar al pánico.
Asimismo, asumir un rol activo en el proceso de recuperación es esencial, de modo que se vayan validando las emociones y activando los recursos adaptativos. Para ello, ayuda el contar a otros la experiencia, incorporando los acontecimientos y contenido emocional. “Esto es un ejercicio que facilita el proceso mental de asimilación de lo vivido, acomodación del sistema de comportamiento, y logro de reequilibrio adaptativo”, recuerda.
A continuación, la profesional de Clínica Ciudad del Mar, entrega una serie de recomendaciones:
¿Qué hacer con los niños?
Hay que tener en cuenta que la manifestación de la ansiedad en los niños es diferente a la de los adultos, ya que suelen presentar síntomas como inquietud psicomotriz, intranquilidad, problemas conductuales y para concentrarse, aumento de ingesta de alimentos, masticar las uñas de las manos (onicofagia), tics, sobre dependencia física de los padres, temor a separarse o dormir solos, insomnio y conductas regresivas, entre otras.
“Es importante que los papás tomen precauciones para evitar que sus hijos tengan episodios traumáticos que no puedan superar. Este tipo de eventos, como los temblores, de por sí los asustan, pero con ayuda y paciencia esto se puede sobrellevar”, declara la psicóloga.
Sugerencias para los papás