Durante las celebraciones de septiembre, es común que exista un aumento en la ingesta de comida procesada y poco saludable. Sin embargo, esto no debería afectar a largo plazo el estado nutricional, si se vuelve a una rutina sana.
Lilian Contreras, nutricionista de Clínica Ciudad del Mar, señala: “Es fundamental que, después de las festividades, se retomen hábitos saludables y que sean constantes, no solo relacionados a la comida, sino que también mantener horarios de sueño, sin pensar en preocupaciones y evitar las luces artificiales como pantallas. Por otra parte, regular el estrés y realizar ejercicio frecuentemente e incorporar actividad física como caminar o subir las escaleras, ayuda a prevenir la pérdida de masa muscular. Además, se debe priorizar el consumo de agua o líquidos que no contengan azúcar”.
No se deben realizar dietas extremas ni medidas compensatorias, ya que someter al cuerpo a restricciones, provocará que el organismo no funcione bien. Es probable que se genere un circuito de comer grandes cantidades y después limitarlas, lo que condiciona que no se cubran los requerimientos básicos, sino un exceso de calorías y nutrientes no necesarios.
“Para los pacientes que mantienen una alimentación vegana o vegetariana, es el momento ideal para que se puedan asesorar con un profesional, para que analice la forma correcta de reemplazar los nutrientes que son más críticos, verifique la calidad de la nutrición realizada y estudie si es necesario una suplementación de algunos elementos, como la vitamina B12 o D, para evitar un déficit nutricional a largo plazo”, indica.
Después de las festividades del 18 de septiembre es un buen momento para obtener variedad de frutas y verduras, bajar el aporte de azúcares simples, reducir el consumo de carnes rojas por unos días para mejorar la digestión y preferir pescados o proteínas de origen vegetal. Lo más importante es evitar productos procesados o embutidos ya que contienen altos porcentajes de grasa saturadas, excesos de aditivos y harinas adicionadas.
La nutricionista agrega: “En cuanto a líquidos con alcohol, si hubo una alta ingesta en las Fiestas Patrias, se deben evitar, ya que estas contienen un aporte calórico que aumenta al agregar acompañamientos como bebidas gaseosas, lo que puede dificultar la regulación de la absorción de algunos nutrientes. Hay que recordar que el hígado es encargado de metabolizar las grasas, los carbohidratos ingeridos y también el alcohol, lo ideal es preferir líquidos de menor grado como espumantes, vinos y algunas cervezas, evitar las que tengan azúcar adicionada y en la menor medida posible”.
La mayor recomendación es, independiente del tipo de proteína que se consuma, incluir los vegetales en diferentes formas, incorporar una buena hidratación, mantener porciones similares a lo que se está acostumbrado y no sobrecargar el estómago, para esto es importante que la ingesta de las comidas sea lenta y no pasar mucha horas sin comer.