La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que al menos 2.200 millones de personas tienen problemas a la visión. Según el Ministerio de Salud, en Chile el astigmatismo afecta a un 40% de la población y la miopía a un 27%, condiciones que han aumentado con la pandemia.
El Dr. Darío Vásquez, oftalmólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica: “La miopía es un problema que se conoce como vicio de refracción, en el cual los rayos de luz no llegan a la retina de forma ordenada, lo que genera que la persona no vea bien a distancia. Existen dos tipos de miopía; el más frecuente es el denominado índice, que no genera mayores inconvenientes, pero afecta a gran cantidad de la población; y la llamada degenerativa, que acelera el progreso de esta enfermedad, alarga el globo ocular y puede provocar la pérdida de visión”.
Por otra parte, el astigmatismo es una condición en el que las curvaturas de la córnea no son perfectas, generando que los rayos de luz lleguen a la retina de forma desorganizada, lo que impacta al ver de lejos y cerca.
“Se pueden tener las dos patologías al mismo tiempo. Estas no son hereditarias, sino que las principales causas son genéticas, aunque en los últimos años se ha comprobado que el uso de pantallas como celulares o tablets, a una distancia menor de 50 centímetros por más de 3 horas al día, puede desencadenar la aparición de la miopía o acelerar el desarrollo de esta, especialmente, en niños que tienen entre 5 y 10 años, situación que aumentó con las cuarentenas durante la pandemia”, menciona el especialista.
Los síntomas del astigmatismo se manifiestan con inconvenientes para ver de lejos y de cerca, sumado a un cansancio visual denominado astenopia, es decir, el paciente realiza un esfuerzo para ver, lo que provoca un poco de sueño. Otro de los signos de la miopía, además de la complejidad para visualizar a la distancia, es que la persona afectada suele cerrar un poco los ojos para hacer foco.
El Dr. Vásquez indica: “Los tratamientos para tratar estas enfermedades pueden incluir el uso de lentes ópticos o de contacto, aunque estos últimos se evitan, ya que tienen efectos adversos. Actualmente, los procedimientos quirúrgicos con láser son la mejor opción para corregir la curvatura de la córnea y optimizar la visión, incluso si se presentan las dos patologías”.
Para prevenir estos problemas, lo mejor es que los niños y niñas de 5 a 10 años, puedan realizar actividades al aire libre, idealmente más de una hora al día, reducir el uso de pantallas y asistir al oftalmólogo una vez al año.