Se define como cualquier dolencia que dura más de tres meses de manera continua. Según la Asociación Chilena para el Estudio del Dolor y Cuidados Paliativos, el 32% de la población nacional tiene esta enfermedad.
El Dr. Claudio Valencia, anestesiólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica: “Las personas más propensas a desarrollar el dolor crónico son aquellas que están bajo estrés durante mucho tiempo, presentan algún tipo de daño de tejido y molestias agudas como traumas o cirugías. Las patologías más frecuentes que se asocian a esta enfermedad son las de carácter músculo esquelético como lumbago, cefaleas, malestares en el cuello y articulaciones”.
Durante los últimos años, se han realizado investigaciones que demuestran que la pandemia ha influido de manera negativa en la prevalencia de este tipo de dolencia, debido a las malas posiciones del teletrabajo, la inmovilidad, cansancio y aumento en los niveles de depresión y enfermedades mentales.
“El dolor crónico requiere un manejo multidisciplinario donde estén involucrados diferentes profesionales como psicólogos, psiquiatras, kinesiólogos, fisioterapeutas, fisiatras, neurólogos y anestesiólogos, quienes realizan tratamientos desde el ámbito intervencional, que consiste principalmente en el uso de agujas para colocar medicamentos cerca o en el lugar del malestar. Además, hay otro tipo de intervenciones como bloqueos nerviosos, infiltraciones o neurolisis, las cuales son ambulatorias”, indica el anestesiólogo.
Los tratamientos intervencionistas tienen como objetivo atenuar el dolor, tratar de que la persona tenga una mejor calidad de vida y pueda realizar actividades de manera normal. Con estas técnicas, el paciente puede sentir alivio desde el primer momento o de manera diferida, algunas veces toma un poco más de tiempo que el nervio o la articulación sientan bienestar. Normalmente el dolor disminuye o desaparece por varios días, semanas e incluso meses.
Finalmente, el especialista agrega: “Esta subespecialidad es relativamente nueva en Chile. El paciente puede acudir a cualquier especialista que considere adecuado para una primera consulta, ya sea traumatólogo, neurólogo, fisiatra o cirujano. Dependiendo de la localización del dolor, los especialistas realizarán un manejo inicial, controlando con fisioterapia o medicamentos y luego, si la patología persiste, los doctores pueden hacer la derivación al médico anestesiólogo experto en tratamientos intervencionistas. Los equipos paliativos que trabajan con personas con cáncer, también pueden derivarlos para la instalación del catéter u otros procedimientos”.