Cómo evitar la irritabilidad, somnolencia diurna y el cansancio

 

Suplir esta necesidad es vital para toda persona y, si se realiza de forma ordenada, se puede manifestar positivamente en nuestro organismo, asegurando el bienestar físico y mental. “Durante el sueño ocurren fenómenos de consolidación de la memoria y el aprendizaje, secreción de hormonas, mecanismos de reparación a nivel celular en tejidos con lesiones por enfermedades o sobreexigencia y recuperación de energía”, señala Dr. Enzo Rivera, neurólogo de la Clínica Ciudad del Mar.

 

No necesariamente el buen dormir se vincula con el número de horas que invertimos en ello, más bien, es producto de las prácticas de la persona durante el día. Los especialistas proponen mantener un horario regular para acostarse; evitar comer, fumar o beber alcohol; no realizar actividad física excesiva antes del sueño, entre otras cosas.

 

“Las consecuencias del mal dormir son muchas, entre ellas, las más características son: mal rendimiento, trastornos del ánimo (irritabilidad, depresión), hipertensión arterial y patología coronaria”, indica el Dr. Rivera. Para casos de mal dormir, los especialistas recomiendan verificar si el paciente cumple con las medidas de higiene del sueño (horario, comidas, ejercicio), realizar técnicas de relajación y no auto medicarse. “Generalmente se recomienda esperar dos semanas, puesto que muchas veces estos problemas son producto de estrés laboral, académico o dolores agudos”, señala el neurólogo.

 

Los factores que influyen en el mal dormir son muchos, y habitualmente se desprenden de factores externos. Uno de los más emblemáticos es el cambio de horario: la disminución de la temperatura ambiental, falta de luz diurna, cansancio acumulado, generan un acostumbramiento del organismo a conciliar el sueño a ciertas horas.

 

En caso de cambios de hora, el neurólogo afirma que los más afectados pueden ser los niños. “Los menores pueden presentar un mayor impacto como somnolencia diurna excesiva y dificultades en su rendimiento escolar, debido a fallas en la concentración y memoria, irritabilidad y problemas para conciliar el sueño nocturno”, señala el Dr. Rivera.