La tos persistente se puede presentar a cualquier edad, pues se trata de un síntoma subjetivo y un signo objetivo. En personas sin enfermedad de base, la causa más frecuente es la contaminación ambiental y el tabaquismo. Esta última, afecta, ya sea de forma activa o pasiva, a niños y adultos.
En pediatría, se define como tos persistente a aquellas que duran más de cuatro semanas, sin embargo, los especialistas sostienen que lo importante es que sea diagnosticada su causa, para conocer las posibles enfermedades subyacentes.
“La tos como síntoma no constituye riesgo, salvo el malestar que produce por la irritación de la vía aérea superior, el dolor de garganta, cabeza y abdominal. Es fundamental investigar la causa, dado que ésta puede variar desde una patología leve, como un resfrío común hasta infecciones más severas, alergias o, incluso, tumores”, señaló el pediatra de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Juan Carlos Arancibia.
El 27 por ciento de los escolares entre siete y diez años presenta tos persistente, por lo que es importante que los padres conozcan esta patología y sepan cómo reaccionar. “Más allá de la tos, lo importante es poder descifrar sus causas. El tratamiento que se emplee dependerá de eso, siendo efectivo en el 90 por ciento de los casos, aunque, no es posible identificarla entre un 5 y 10 por ciento de las veces”, señaló el Dr. Arancibia.
Se recomienda tratar la tos persistente con un especialista, debido a que él será el indicado para seguir el protocolo de estudio correspondiente en función del tiempo de evolución, la gravedad de la tos y los síntomas asociados (fiebre, baja de peso, sudoración, manifestaciones cutáneas, entre otras.)
