Es muy probable que al oír sobre cirugía plástica, asociemos casi en forma automática el concepto de belleza, y pese que lo anterior puede ser bastante certero, cuando hablamos de belleza nos referimos fundamentalmente a la cirugía estética una de las dos grandes ramas de la cirugía plástica, puesto que también existe la cirugía reconstructiva que, como su nombre lo indica, está dirigida básicamente a volver a construir.
Muchos pudieran pensar que la cirugía estética no es recomendable en niños, sin embargo, existen algunas indicaciones muy específicas, tales como cirugía de pabellón auricular, cirugía de mama, cirugía estética para manejo de cicatrices, entre otras. El gran fuerte de la cirugía plástica en niños es la cirugía reconstructiva; una especialidad que se remonta desde los inicios de la cirugía y se encarga de la corrección de aspectos congénitos, adquiridos y tumorales de niños y niñas, donde se debe tener en consideración una característica fundamental de ellos, el crecimiento y desarrollo del cuerpo humano.
El Dr. Rodrigo Coloma, Cirujano Pediatra dedicado a la cirugía reconstructiva del niño en Clínica Ciudad del Mar nos cuenta sobre este tipo de intervenciones; cuándo son recomendables y el importante rol que juegan los padres al momento de optar por este tipo de cirugías.
Los distintos tipos de lesiones tanto congénitas como adquiridas pueden afectar la forma, como la función, de uno o más segmentos corporales desde la cabeza a los pies y los resultados van a variar en el tiempo, siendo necesaria en más de una ocasión, múltiples intervenciones hasta llegar a la etapa de adulto para el resultado definitivo. Es importante considerar todos los aspectos del niño al momento de planificar un tratamiento quirúrgico, es decir, factores anatómicos, fisiológicos, psicológicos y/o sociales.
Vivir con una deformidad en ciertos periodos de la infancia puede resultar decidor en su interacción con el medio y su autoimagen corporal, es así, que en algunas ocasiones debemos planificar distintas cirugías para las distintas etapas, sabiendo que no son definitivas, como por ejemplo en el Síndrome de Poland, donde puede existir agenesia de mama (ausencia o desarrollo parcial de la mama), músculos pectorales y deformidades de la mano, donde inicialmente se buscará corregir los defectos de la mano con la finalidad de hacerla lo más funcional y armónica posible, para luego en varias etapas ir generando la forma más natural y simétrica del desarrollo mamario, y como última etapa, completar la reconstrucción mamaria definitiva con prótesis si fuera necesario.
Existe un capítulo casi independiente; los niños que nacen con fisuras faciales, presentan defectos tanto de tejidos blandos como del esqueleto, que actualmente se rigen por guías clínicas ligadas al GES (Garantías Explicitas en Salud). Otro grupo grande y diverso son los pacientes que sufren anomalías vasculares (Hemangiomas, Malformaciones linfáticas, venosas, arteriales o mixtas), así como todo el déficit de piel tanto congénito como adquirido (principalmente quemaduras).
Actualmente, el 90% de las operaciones en los menores de edad son de índole reconstructiva y se realizan porque existen alteraciones funcionales y de forma. El 10% restante corresponde a operaciones netamente estéticas. En ambos casos es fundamental evaluar aspectos físicos y sicológicos del niño antes de tomar la decisión y optar por alguna cirugía, ya que lo más importante es velar por su calidad de vida.
La edad de estas operaciones dependerá de la patología que presente el menor y también del grado de malestar que ésta ocasione. Sin embargo y en términos generales, si es que efectivamente se está pensando en una cirugía, es recomendable que sea a partir de los 4 o 5 años de edad, ya que en este periodo los niños comienzan a tener conciencia de su cuerpo y aún no han entrado en la etapa escolar.
En este sentido, la comunicación médico paciente es preponderante, para saber cómo se siente el menor con esa parte de su cuerpo que tiene alguna anomalía, poniendo énfasis en que hay pequeños detalles de nuestro cuerpo que nos hacen especiales y diferentes. La familia y el equipo de salud deben trabajar en conjunto definiendo las expectativas, con ideas claras: tanto del diagnóstico, estudio de laboratorio e imágenes, distintos tipos de cirugías y anestesia, apoyo psicológico, kinésico y pronóstico de la o las lesiones.
Clínica Ciudad del Mar cuenta con equipamiento adecuado y un grupo de especialistas con experiencia, quienes además de otorgarle seguridad y calidad, lo orientarán y acompañarán en todo el proceso al momento de optar por una cirugía reconstructiva para sus niños.