El cáncer de próstata se produce cuando “células malignas, que generan un tumor, se originan en la próstata e invaden tejidos vecinos, como la grasa periprostática, vejiga o recto, y viajan a otras partes del organismo como el esqueleto óseo, pulmones, hígado, etc.”, relata el Dr. Giacaman.
Detectar que se está frente a esta enfermedad es difícil, ya que no causa ninguna alteración perceptible por el paciente en sus fases iniciales. “Son tumores que evolucionan lentamente y cuyos síntomas se presentan en etapas avanzadas del proceso”, aclara el especialista de Clínica Ciudad del Mar. Quien además enumera algunas de las sintomatologías que se pueden presentar:
Hay que tener presente que estos son los mismos síntomas que se presentan en el crecimiento benigno de la próstata.
Por lo anterior, la realización de exámenes preventivos una vez por año es central para la detección temprana del cáncer de próstata. Los estudios se recomiendan desde los 40 años en adelante, sobretodo cuando se cuenta con antecedentes familiares, siendo estos el tacto rectal (TR) y el antígeno prostático específico (APE). “El primero debe ser realizado por un médico especialista, urólogo, quien toca la glándula prostática para ver su consistencia. Ante la presencia de un cáncer, se palpará un nódulo duro o una próstata de mayor consistencia. Por su parte, el APE es un examen de laboratorio, que se obtiene con una muestra sanguínea. Esto es lo que se llama un marcador tumoral, el cual nos permite detectar cánceres en etapas tempranas”, explica el úrologo de CCdM, Dr. Andrés Giacaman.
Esta enfermedad posee tratamiento, pero va a depender de cuan avanzado esté el cáncer al momento del diagnóstico. Hay que tener en cuenta que uno de los factores de riesgo es la edad, ya que las probabilidades aumentan a medida que se va envejeciendo, por lo que la manera en que lo ataquemos va a ir relacionada a que tan rápido lo detectemos.
Las posibilidades de tratamiento, según cuenta el Dr. Giacaman, son:
Una manera de estar en constante prevención es mantener una dieta baja en grasas, rica en vegetales, sobre todo en las fuentes de licopeno (sustancia con gran presencia en los tomates). Además, hay estudios que han demostrado que el café también ayuda a disminuir los riesgos de contraer cáncer de próstata, así como una vida activa y libre de stress. Todo esto de la mano de la realización una vez por año de los exámenes preventivos desde los 40 años en adelante.