El cáncer de próstata afecta al 33% de los hombres mayores de 65 años y es el tumor maligno más frecuente y mortal en nuestro país, según el Ministerio de Salud. Normalmente, no genera síntomas en las etapas iniciales, por lo que el diagnóstico temprano es crucial para un tratamiento oportuno.
La próstata es un órgano glandular en forma de nuez o castaña, se ubica bajo la vejiga y secreta fluidos que cumplen un importante rol en la reproducción y fertilidad masculina. Por esta transcurre la uretra, donde la orina es conducida hacia el exterior. Además, en el espesor prostático viajan los conductos eyaculatorios, que comunican los deferentes y vesículas seminales con la uretra, permitiendo así la salida del líquido seminal.
El Dr. Cristóbal Mülchi, urólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica: “El cáncer de este órgano se caracteriza por el desarrollo de células anormales que se dividen y crecen sin control en la glándula prostática. Este aumento puede producir un tumor que puede evolucionar hasta afectar áreas vecinas como el recto y la vejiga. Algunas de estas pueden desprenderse y viajar a otras zonas, provocando metástasis en diferentes partes del cuerpo”.
Los principales factores de riesgo son:
Según el Ministerio de Salud, el cáncer de próstata ha aumentado en nuestro país un 28,3% de manera anual. El Dr. Mülchi, destaca que esta patología suele evolucionar lentamente y no presenta señales en las fases iniciales en pacientes mayores de 50 años, es por esto que un control períodico y exámenes son fundamentales para detectar a tiempo esta enfermedad.
Cuando el tumor es de gran tamaño y/o localmente avanzado, presenta los siguientes síntomas:
El diagnóstico de esta patología se efectúa a través de la búsqueda activa o “screening”, que se realiza mediante un examen físico por tacto rectal y evaluación del antígeno prostático específico (APE) en sangre.
Finalmente, el urólogo señala: “Para prevenir esta enfermedad es muy importante realizar un control anual a partir de los 50 años. Por otra parte, si el paciente presenta factores de riesgo, es necesaria la evaluación desde los 40”.