Aumento del consumo de café en invierno: motivos y razones para dejarlo o hacerse fanático

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Muchas son las especulaciones en torno al café, su consumo y las características naturales que se comentan podrían o no afectar nuestra salud. Tanta es la confusión en torno a este producto que muchas personas afirman que es dañino. Otros, en cambio, señalan que en dosis bajas podría generar grandes beneficios. Pero más allá de las especulaciones, el café puede llegar a sorprender debido a sus aportes buenos y malos en el organismo desde el punto de vista médico.

Según detalla el Dr. Iván Aguancha, médico gastroenterólogo de Clínica Ciudad del Mar, “el consumo de café, en exceso al día, se produce cuando una persona toma más de cuatro tazas por jornada”, lo que según el especialista equivale a 400 mg de café. En Chile el consumo de líquidos llega al menos a las 517 tazas calientes per cápita anual.

Según el estudio titulado “Coffee Market Research Report”, publicado por Euromonitor Internacional en 2014, las ventas de café en nuestro país llegaron a las 7.006 toneladas el año pasado, cifra equivalente a US$285 millones, lo que representa un aumento en el consumo de tazas de 162 en 2009 a 191 en 2014. Un claro ejemplo en números sobre la creciente predilección de los chilenos y chilenas por el café en el último medio decenio. Es por eso que ante estas cifras, es necesario evaluar los aportes negativos y positivos de esta bebida y cuál es la dosis diaria recomendada, sobre todo en la época invernal, donde su consumo aumenta considerablemente. Beneficios del café

De acuerdo a la opinión médica del Dr. Iván Aguancha, el consumo excesivo de café puede generar notorios síntomas, tanto en la personalidad como también problemas físicos. “Los principales efectos del consumo de café en exceso son un aumento del ritmo cardiaco y de la presión arterial. Irritabilidad en la persona, insomnio y ansiedad, además de malestar abdominal como acidez, náuseas y reflujo”, precisa. Sin embargo, el especialista es claro en separar los aspectos negativos y positivos de esta bebida.

“Entre los aportes positivos que genera su consumo, es necesario enumerar, por ejemplo, la reducción del riesgo de diabetes en un 30%. En asmáticos, beber café mejora las pruebas de función pulmonar por al menos cuatro horas. Además genera beneficios al reducir el riesgo de Parkinson”, agrega. Pero la lista de beneficios del café no termina ahí. Incluso, en uno de sus aspectos positivos, según el Dr. Aguancha, supera las propiedades beneficiosas del té, que popularmente en el inconsciente colectivo, se superpone como una opción más saludable. “Tiene (el café) una actividad antioxidante significativamente mayor que él té, por lo que disminuiría el riesgo de cáncer de colon o vejiga”.

Otro de los mitos que derriba el Dr. Aguancha se vincula a las probabilidades que las personas tienen de padecer algún tipo de enfermedad cardiaca. “Según la mayoría de los estudios de corte prospectivos, el consumo de este producto no ha revelado asociación alguna con un aumento significativo del riesgo de enfermedad cardiovascular”, una percepción desconocida para la mayoría de la población, que siempre vincula al café con problemas cardiovasculares. Entre otros de los beneficios del café, además de los mencionados, se considera su aporte en la disminución del riesgo de producir cálculos renales, prevención de la fibrosis hepática (cirrosis) y la disminución del riesgo de padecer depresión, siempre considerando un consumo ideal diario de solo dos o tres tazas por día.