Miopía, hipermetropía y astigmatismo, son algunos de los problemas de la vista más frecuentes en las personas. Si bien el uso de anteojos ópticos es una manera sencilla de corregir estos errores de refracción, hoy en día son muchos los que optan por la comodidad de los lentes de contacto. Así lo explica la Dra. Moira Wiegand, oftalmóloga de Clínica Ciudad del Mar, quien despeja las dudas en torno a ellos.
Pequeños lentes que se ponen directamente sobre la córnea y que permiten corregir algunos de los problemas de visión más comunes. Esos son los lentes de contacto, útil alternativa que aporta comodidad, seguridad y efectividad, y que gracias a su material permeable, permite el ingreso del oxígeno necesario a la córnea.
Si bien cada vez son más quienes se atreven a cambiarse a este tipo de anteojos, todavía hay mucho desconocimiento sobre su empleo. ¿Quiénes los pueden usar? ¿Cuáles son sus ventajas? ¿Son igual de efectivos que los ópticos? Y así muchas más. Por lo mismo, la oftalmóloga de Clínica Ciudad del Mar, Dra. Moira Wiegand, se refiere a ellos.
¿Ópticos o de contacto?
Los lentes de contacto son igual de efectivos que los ópticos a la hora de corregir los problemas de la vista. Es más, incluso hay situaciones en que es mejor usar este tipo de lentes correctores y no ópticos, como cuando se tiene mucho aumento en un ojo y muy poco o casi nada en el contralateral.
Respecto a los beneficios que otorgan, aparte de la estética, los lentes de contacto ayudan a tener la corrección puesta directamente sobre la córnea y se eliminan las aberraciones que causan los ópticos. Esto es especialmente relevante en pacientes con muchas dioptrías en sus lentes.
“Para las personas deportistas o que realizan actividades de mucho movimiento, este tipo de corrección suele ser una solución para practicar esta acciones de manera más cómoda y con mejor rendimiento”, indica la especialista.
Las desventajas, en tanto, tienen relación con los hábitos de las personas y los cuidados que requiere el uso de estos lentes. El sacárselos todas las noches y ponerlos en estuches con líquidos especiales, contar con recipientes aseados, constante lavado de manos y respeto por los tiempos de duración, puede generar “flojera” y costumbre en las personas, dando paso a complicaciones.
“Muchas veces los pacientes extienden el uso del lente de contacto para economizar, lo que puede generar enfermedades e infecciones de la córnea, que en algunos casos pueden ser graves”, sostiene la oftalmóloga.
Asimismo, explica la profesional, estos lentes no deben ser usados en piscinas, lagos o mar, ya que el agua tiene microrganismos que pueden colonizarlos y generar infecciones severas.
¿Apto para todos?
En general, cualquier persona es candidata al uso de estos lentes, aunque se recomienda con mayor frecuencia en pacientes con dioptrías altas y motivadas por razones estéticas o funcionales.
Hay personas que requieren de los lentes de contacto (y no de los ópticos), como pacientes con queratocono (enfermedad de la córnea debido a la alteración de la estructura interna del tejido ocular), niños operados de cataratas congénitas y sin cristalino, o personas con mucho aumento en un ojo y nada en el otro. Sin embargo, también hay quienes no pueden utilizarlos, aunque son los menos: personas con ojo seco en que el lente de contacto agudiza los síntomas y hace muy molesto su uso, personas que hacen una reacción alérgica y que rechazan el lente.
“Para saber si se pueden o no usar, se debe realizar un examen oftalmológico para descartar contraindicaciones al uso y evaluar la calidad de las lágrimas. Posteriormente, se hace una prueba con lentes de diagnóstico para evaluar la tolerancia a éstos y para que el paciente tenga la experiencia de cómo ponérselos y sacárselos, además de la sensación de tenerlos en el ojo”, explica la Dra. Moira Wiegand.
Cuidados y recomendaciones
De acuerdo a la oftalmóloga de Clínica Ciudad del Mar, es esencial que la manipulación sea lo más cuidadosa posible, siempre con las manos limpias y en caso de tener que guardarlos, usar los dispositivos adecuados, mantenerlos aseados y usar los líquidos correspondientes.
Los principales consejos para el uso de los lentes de contacto es seguir al pie de la letra las indicaciones según el tipo que se tengan: si no es de uso prolongado, retirar todas las noches; no extender el uso más allá de lo indicado por los fabricantes; usar lubricantes sin preservantes (si esa es la indicación del oftalmólogo); y mantener la higiene durante la manipulación.
“Es importante recalcarle a los pacientes que en el caso de que aparezcan síntomas o molestias en los ojos, como dolor, secreción, visión borrosa, lo primero que debe hacer es sacárselos. Si los malestares persisten entre 12 a 24 horas, acudir a un oftalmólogo”, puntualiza la doctora Moira Wiegand, de Clínica Ciudad del Mar.