Comienza un nuevo año escolar y empezamos la travesía de comprar uniformes, útiles y mochilas. Muchas interrogantes rondan nuestra cabeza, siendo una de ellas cómo comprarles la mochila perfecta a nuestros hijos. Para dar respuesta, el Traumatólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Juan Pablo Otto, nos entrega algunos consejos.
Lo primero que hay que saber es que para elegir el artículo ideal hay que optar por una que sea cómoda para el niño, que tenga tirantes acolchados, gruesos e idealmente posea un soporte acolchado lumbar, es decir, en la zona de la espalda. Además, hay que considerar que el peso de la mochila nunca debe sobrepasar el 15% del peso corporal ideal del niño. Por ejemplo, si son 30 kilos, no debe cargarse con más de 4,5 kilos.
Se podría pensar que las mochilas con ruedas pueden ser una mejor opción, ya que podríamos mandar más cosas, por pensar que el esfuerzo es menor. Sin embargo, el especialista nos aclara que “al considerar que tienen ruedas muchas veces se sobrecargan y debemos tomar en consideración que en ocasiones el niño debe subir escaleras, atravesar calles o subir a vehículos, momento en el que debe levantar el bolso, por lo que se debe tener la misma consideración en cuanto al límite de peso en este tipo de mochilas que en las tradicionales.”
Algunos consejos para elegir la mejor mochila
El Dr. Juan Pablo Otto, Traumatólogo de Clínica Ciudad del Mar, recomienda:
Consejos para el uso correcto de la mochila
Hay que tener en cuenta estos consejos para cuidar la salud, ya que, como nos precisa el Dr. Otto “el uso de una mochila en la espalda muy pesada puede hacer que los hombros se tiren hacia atrás, produciendo una mala postura de la columna vertebral, causando tensión en la espalda. Además, llevar todo el peso de una mochila en un hombro lleva a esa articulación hacia abajo, poniendo la espalda en una posición inadecuada y forzando el hombro opuesto. Éstas alteraciones ponen a los niños fuera de balance, haciendo que tengan una postura que aumenta la probabilidad de un dolor de la espalda baja, dolor de cuello, tensión en los hombros, dolores de cabeza y un agotamiento general, ya que hacen que el cuerpo tenga que trabajar demasiado para equilibrar la postura.”