Los dolores de espalda son ampliamente conocidos entre las personas. Todos hemos escuchado alguna vez a un amigo quejarse de esto. Sin embargo, no hay que quedarse con los consejos que nos entregan conocidos, ni mucho menos internet. Un especialista debe realizar un diagnóstico para poder evitar un tratamiento errado que termina por provocarnos más dolor.
El Kinesiólogo CCdM, Felipe Bravo, nos cuenta que existen dos condiciones médicas en las que el tratamiento kinésico adecuado es vital, ya que el dolor afecta directamente a la columna y puede ser confundido con un “simple dolor de espalda”:
1.- Hernia de Núcleo Pulposo
Este tipo de hernia lumbar, se produce por el desplazamiento de material discal (contenido al centro de las vértebras de la columna), a través de una fisura en el anillo externo que la rodea. Éste último puede deformarse (protrusión discal) o romperse, provocando un mayor desplazamiento del núcleo. La compresión de las raíces nerviosas o la médula (caso más severo), causa dolorosos síntomas que irradian más allá de la columna vertebral.
El especialista explica que “la rehabilitación kinésica de hernia de núcleo pulposo, consiste en la utilización de fisioterapia, con el fin de disminuir la sintomatología dolorosa, además de ejercicios dirigidos a fortalecer la zona afectada”. Así, con este tratamiento dirigido por un profesional, el paciente puede experimentar como beneficio: menor dolor y parestesias, mejora de la funcionalidad y bajar los riesgos de aumento de la protrusión de la Hernia de Núcleo Pulposo.
2.- Síndrome Facetario
Es el dolor que se produce en las articulaciones facetarios de la columna (formada por la unión del proceso articular superior de una vértebra y el proceso articular inferior de la vértebra superior a aquella) y en los tejidos que la rodean, causando mucho dolor e impotencia funcional.
El Kinesiólogo de Clínica Ciudad del Mar, Felipe Bravo, aclara que su manejo kinésico consiste, principalmente, en desinflamar y restablecer la funcionalidad de la articulación. Lo que trae como mejora: la disminución del dolor, retorno a las actividades cotidianas sin molestias y la prevención de posibles reagudizaciones, es decir, que vuelva de manera más severo.