En la actualidad, hacer familia es una decisión cada vez más personal, tanto para la mujer como para la pareja. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), hace casi 30 años, en nuestro país solo un 10% de los nacimientos correspondían a mujeres de 35 años y más, cifra que aumenta considerablemente todos los años. El ginecólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Aníbal Scarella, explica que la tendencia actual, tanto en Chile como a nivel mundial, es la postergación de la maternidad, por lo tanto, un porcentaje importante de nacimientos se da en mujeres mayores de 35 años.
Ser madre a los 35 años o más, significa contar con mayores ventajas desde el punto vivencial y emocional, dado que las mujeres a esa edad son más maduras, por lo que están y se sienten más preparadas para enfrentar la maternidad y la crianza de los hijos. La fertilidad femenina va declinando progresivamente con el paso de los años, especialmente en mujeres mayores de 35, por lo que su probabilidad de concebir es considerablemente inferior a la de una mujer de 25. La capacidad fértil de la mujer tiene directa relación con la cantidad de ovocitos de ambos ovarios. A diferencia de los hombres, las mujeres nacen con un número determinado de óvulos, los que se pierden indefectiblemente con el paso del tiempo. La mujer nace con un total de ovocitos que oscilan entre 1 y 2 millones, durante la pubertad la cifra se reduce a 500 mil, y finalmente va descendiendo a 25 mil folículos alrededor de los 37 años, para terminar con alrededor de mil folículos a los 50 años.
Algunas mujeres con alta orientación a su desarrollo profesional, asumen que pueden postergar la maternidad, pero muchas veces descubren que no es así, dado que desconocen si seguirán siendo fértiles a edad avanzada. En Europa por ejemplo, 1 de cada 3 mujeres profesionales, a los 40 años todavía no tiene hijos.
Sin embargo, en esta carrera del tiempo, la fertilidad no es lo único que cambia con la edad. Las mujeres que se embarazan pasado los 35 años, son más proclives a sufrir complicaciones asociadas a un aborto involuntario, embarazo ectópico, preclamsia, hipertensión, diabetes gestacional, complicaciones de la placenta, restricción del crecimiento intrauterino y nacimiento por cesárea. Además, los bebés presentan mayor riesgo de nacer con bajo peso y de padecer anomalías cromosómicas o malformaciones no genéticas, por lo que los cuidados prenatales son fundamentales para un embarazo adecuado, asegura el especialista.
Cuando la mujer lleva una vida saludable, es decir, realiza actividad física en forma regular, su alimentación se basa principalmente en frutas, verduras y proteínas, y no posee antecedentes de enfermedades como diabetes o hipertensión; la probabilidad de riesgos, tanto para ella como para su bebé, disminuye considerablemente durante el periodo de gestación y el parto, enfatiza el ginecólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Aníbal Scarella.
Si una pareja decide que desean tener hijos, pero primero quieren vivir otras etapas de la vida, o aún no se sienten del todo preparados para dar este paso, existen alternativas seguras para postergar la maternidad, como considerar la congelación de sus ovocitos. Esta técnica permite mejorar significativamente las probabilidades de éxito para concebir, ya que los ovocitos mantienen la edad biológica del momento de la preservación, y no siguen “envejeciendo” junto a la mujer hasta que decida ser madre. Además, disminuye el riesgo de alteraciones cromosómicas, como el Síndrome de Down, o aborto involuntario.
Clínica Ciudad del Mar cuenta con una Unidad de Ginecología, en la cual existen especialistas en medicina reproductiva y en medicina fetal, quienes podrán orientar a las familias en este proceso.