Esta enfermedad afecta a una gran cantidad de la población ―en su mayoría adultos mayores― y se caracteriza por el olvido progresivo de nombres, parentescos, historias, entre otros. Para que el paciente pueda afrontar este problema, explica el neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Pablo Araya, es necesario que esté permanentemente acompañado de un “cuidador” que lo proteja y contenga durante estos episodios.
El próximo jueves 21 de septiembre se conmemora a nivel mundial el Día del Alzheimer, fecha elegida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para dar a conocer la enfermedad, pero además de ello es importante saber cómo enfrentarla. Por lo mismo es que el doctor Pablo Araya, neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica en qué consiste y entrega algunos consejos.
La cantidad de adultos mayores en Chile alcanza el 17,5% de la población, y muchos de ellos presentan algún tipo de alteración en la memoria que se termina diagnosticando como demencia. El Alzheimer se encuentra en esta categoría, y uno de sus principales síntomas ―que se manifiestan en etapas iniciales― son las preguntas e historias reiterativas en un plazo corto de tiempo.
A pesar de los innumerables estudios, no existe claridad respecto al origen de esta patología. “Esta es una enfermedad neurodegenerativa, lo que significa que en su desarrollo está involucrada la muerte de las neuronas cerebrales y la atrofia del cerebro, pero su causa definitiva se desconoce”, señala el neurólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Pablo Araya. Está claro, eso sí, que la edad avanzada y algunos factores genéticos son factores de riesgo para su desarrollo, aunque se sabe que excepcionalmente puede ocurrir en personas jóvenes menores de 50 años.
El diagnóstico del Alzheimer consiste en un interrogatorio que realiza el médico al paciente, de manera directa. Además de lo anterior, se deben realizar otro tipo de exámenes que le ayudarán al profesional a descartar otras enfermedades que pudieran tener signos y síntomas similares a esta.
Etapas clínicas de la enfermedad
Si se definen el tipo de conductas que comienzan a tener estos pacientes, se podría clasificar en tres categorías. Según el doctor Araya, al ser una enfermedad degenerativa, ésta avanza lentamente conforme pasan los años, por lo que la descripción que se realiza a continuación no implica que sea el orden de evolución que alcanzan todos.
En primer lugar, se puede detectar un trastorno de memoria y de la capacidad para representar, analizar y manipular objetos mentalmente. Muchas veces ésta pasa desapercibida, pues suele confundirse con trastornos asociados al envejecimiento normal de una persona.
En una segunda instancia, se habla de una etapa intermedia donde se comienzan a mostrar alteraciones a la hora de comunicar: se olvidan los nombres de algunas personas y acontecimientos recientes. “Además, comienza a haber un descuido en cuanto a los cuidados personales, por lo que se requiere ayuda de alguien más. De hecho, es aquí donde muchas veces aparece la figura del cuidador, quien suele ser representado por un familiar del paciente”, agrega el experto de Clínica Ciudad del Mar.
Por último, y en tercer lugar, se llega a una etapa avanzada donde la dependencia e inactividad son casi completas. No son personas conscientes del tiempo y del espacio, es muy difícil comunicarse con ellos, no reconocen familiares, comienzan a tener trastornos de la marcha también, provocando un aumento de riesgo de caídas hasta quedar postrado.
La importancia del cuidador
La mayoría de los pacientes con Alzheimer quedan a cargo de un cuidador, y tal como se señala más arriba, éste suele ser un familiar de la persona. Su rol no sólo tiene que ver con acompañarlo a los controles o exámenes médicos y en las actividades diarias de este tipo de pacientes, sino que también es un apoyo emocional para el que padece la enfermedad.
El cuidador pasa a convertirse en una de las piezas fundamentales para el tratamiento de una persona con Alzheimer. Es por esta misma razón que en la práctica se ha visto que muchos de ellos desarrollan algunos cuadros de ansiedad o depresión, por lo que el apoyo con algún especialista es recomendable también para ellos.
“Desde mi punto de vista quien necesitará apoyo psicológico progresivo casi siempre es la persona o el grupo de personas que se hará cargo de la paciente con Alzheimer”, aconseja el neurólogo Pablo Araya.
Complementos para la terapia farmacológica
Por otro lado, además de las terapias con medicamentos que se deben seguir, existen tratamientos complementarios. Éstos no tienen como objetivo curar la enfermedad, sino que más bien serán para optimizar y mejorar el funcionamiento cognitivo, es decir, todo aquello relacionado al conocimiento.
Dibujar, seguir una secuencia, colorear imágenes o jugar dominó son algunos de los ejercicios que se realizan en este tipo de terapia. Los siguientes son algunos de los resultados que se obtienen a través de lo expuesto:
El especialista de Clínica Ciudad del Mar precisa que las personas no deben esperar a ser mayores para comenzar a cuidarse, sino que debe ser a lo largo de la vida, con rutinas saludables (como tocar instrumentos, aprender idiomas, leer, controles preventivos, entre otros), ya que los factores de riesgo se desarrollan en la vida media.