Según donde se ubiquen las células malignas en el organismo, será el tipo de cáncer. Cada cáncer tiene características particulares, causas, evolución y tratamientos específicos. Algunos cáncer forman tumores sólidos (por ejemplo el cáncer de mama, pulmón, colon, gástrico, páncreas, etc.), pero hay otros como los cáncer hematológicos (de la sangre) que afectan directamente a las células sanguíneas (por ejemplo leucemias, linfomas, mieloma múltiple).
Carcinomas: Son el tipo más común de cáncer y se originan a través de las células que cubren las superficies externas e internas del cuerpo. Los cánceres de pulmón, mama y colon son los más frecuentes.
Sarcomas: Se originan en los tejidos de soporte del cuerpo, como huesos, cartílagos, grasa, tejidos conectivos y músculos.
Linfomas: Se desarrollan en los ganglios linfáticos y tejidos del sistema inmunológico.
Leucemias: Son cánceres de las células inmaduras de la sangre que crecen en la médula ósea y tienen la tendencia a acumularse en grandes cantidades en el torrente sanguíneo.
