Tratamientos
También conocida como inseminación intrauterina (IIU), es una técnica no invasiva que consiste en colocar en la cavidad uterina una muestra de espermios previamente preparados en el laboratorio.
Para aumentar las probabilidades de embarazo, los ovarios se estimulan con hormonas y se controla el proceso de ovulación, para realizar la inseminación en el mejor momento.
La tasa de embarazo es alrededor del 15 – 20% por ciclo y aumenta en la medida que se realizan más ciclos, es decir, es acumulativa, pudiendo alcanzar una tasa cercana al 45%, con 4 o más ciclos.
Existen dos tipos de inseminación y su elección responde a las características de cada pareja:
- Homóloga (con espermios de la pareja):
Se utiliza en casos de infertilidad de origen desconocido, mujer con problemas de ovulación, alteraciones anatómicas del cuello uterino y hombres con alteraciones leves en el semen.
- Heteróloga (con espermios de un banco de semen):
Cuando existe ausencia de espermios en el semen y testículos, enfermedades hereditarias del hombre y mujeres sin pareja masculina.
También conocida como (FIV) es una técnica de reproducción asistida en la que el óvulo se une al espermatozoide fuera del cuerpo de la mujer, en el laboratorio. Se introduce al útero un embrión ya fecundado y los que no se utilizan durante el procedimiento, pueden criopreservarse, es decir guardarse congelados, para el futuro.
Se recomienda esta técnica en casos como ausencia, obstrucción o lesión de las trompas, endometriosis moderada o severa, mujeres con número limitado de ovocitos, disminución del número, calidad y/o movilidad de los espermatozoides o cuando ya han fallado tratamientos más sencillos como la inseminación artificial..
Consiste en mantener relaciones sexuales programadas. Se usa habitualmente, cuando la causa de la infertilidad es por irregularidad de la ovulación y la pareja desea un tratamiento sencillo.
Criopreservación de ovocitos
Esta técnica tiene diversos objetivos. Uno de ellos y la principal causa de consulta, es la prevención del envejecimiento ovárico. Para ello se extraen los gametos reproductivos del ovario y se les criopreserva (congela), para utilizarlos en el futuro, permitiendo a las mujeres preservar sus posibilidades de ser madre.
Este procedimiento también se utiliza en el caso de enfermedades que requieran la aplicación de tratamientos con potenciales nocivos sobre la capacidad reproductiva, como la cirugía, quimioterapia y radioterapia; en trastornos o estados asociados a la disminución de la reserva de células germinales o cuando en un ciclo de fertilización in vitro, se hayan producido más ovocitos de los que es recomendable inseminar.
Criopreservación del semen
Consiste en la congelación y almacenamiento de espermatozoides con fines reproductivos. Se recomienda cuando hay necesidad de tratamientos (cirugía, quimioterapia, radioterapia) que pueden reducir o anular la capacidad reproductiva del hombre, cuando hay deterioro progresivo de las características de los espermatozoides y cuando el número de espermatozoides es extremadamente bajo, por lo que se hace aconsejable su acumulación.
Esta técnica no garantiza mantener la calidad biológica de los gametos ni asegura su capacidad fecundante futura.