Patología Celíaca

Es una patología del intestino delgado de base autoinmune, ocurre en pacientes genéticamente predispuestos y no es alergia alimentaria. Se desencadena por la ingesta de gluten, el cual es un compuesto proteico que forma parte de las harinas del trigo, cebada y centeno.  

Se ha encontrado una asociación significativa entre este problema y otras afecciones autoinmunes, como la diabetes tipo 1, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa. Por otro lado, la tasa de incidencia de esta enfermedad es casi 20 veces mayor en personas con autismo.

Síntomas

Puede presentarse de manera leve, asintomática, dar malestar abdominal recurrente caracterizado por distensión abdominal, dolor cólico y diarreas. En niños ocurren cuadros de malabsorción severa, situación que en la población adulta es extraño ver.

Las manifestaciones de esta patología son muy variadas. A parte de los síntomas digestivos, existen otros signos:

Dermatitis herpetiforme

Neuropatías periféricas

Dolor crónico de cabeza

Anemias por falta de hierro

Alteración de las pruebas hepáticas y en el metabolismo óseo

Infertilidad

Amenorreas

Problemas dentales

Diagnóstico

Para realizar el diagnóstico de la enfermedad celíaca, primero se solicitarán exámenes de laboratorio de anticuerpos específicos, el cual si arroja resultados positivos, se realizará una endoscopía digestiva alta y biopsia del intestino delgado. En caso de que en la biopsia se detecte atrofia de las vellosidades intestinales, se confirmará el grado, para esto se usa la clasificación de Marsh donde 0 es la más leve y 3 lo más grave.

Tratamientos

En el caso de los pacientes sintomáticos, se indica una dieta libre de gluten, evitando la contaminación cruzada que se pueda producir con otros alimentos. Tras algunas semanas, se comienzan a presentar mejoras, los anticuerpos pueden disminuir en 3 a 6 meses y es posible observar mejoría de la biopsia tras 18 a 24 meses. Sin embargo, el daño volverá a producirse si se vuelve a ingerir este elemento, es por eso que este régimen debe ser de por vida. 

¿Cómo evitar la contaminación cruzada?

Se debe tener un lugar reservado en la cocina con productos aptos para celíacos y utensilios exclusivos para cocinar este tipo de alimentación. Es necesario que la comida preparada sea guardada en recipientes con tapa, separada de los demás y no utilizar aceites o agua usados para cocinar previamente alimentos con gluten.

Si una persona celíaca no sigue este régimen, se expone a la permanencia de los síntomas, en el caso de que los presente. Además, la atrofia vellositaria se relaciona con una inadecuada absorción de nutrientes, lo cual puede desencadenar alteraciones nutricionales y hematológicas. Por último, al no tener buena adherencia a la dieta, la mucosa intestinal está expuesta a una inflamación sostenida, lo que se asocia a mayor riesgo de enfermedades neoplásicas en el intestino.