Cuando el médico de cabecera establece una sospecha de cáncer prostático, debe derivar al paciente a la brevedad a consulta con urología, para así definir la necesidad de un estudio más detallado.
Dentro de la evaluación urológica, será fundamental contar con el nivel de antígeno prostático específico y un examen físico, para que se pueda definir la necesidad de indicar estudios más avanzados, los cuales pueden ser una resonancia magnética y una biopsia prostática.
La resonancia magnética de próstata es un examen que se incorporó al arsenal de los exámenes para el diagnóstico de cáncer prostático. Diversos estudios han corroborado su utilidad para establecer la sospecha de esta enfermedad y definir qué pacientes se beneficiarían de una biopsia.
Con toda la información necesaria disponible (examen físico, nivel de APE y eventualmente resonancia magnética), el urólogo recomendará o desestimará una biopsia prostática.
Este es un examen ambulatorio, de aproximadamente 15 minutos de duración, que se realiza bajo anestesia local por vía transrectal. Se utiliza un ecógrafo endocavitario para poder visualizar la próstata y así dirigir las muestras exactamente donde el urólogo que efectúa el examen lo desee. El paciente deberá realizar una preparación especial consistente en dieta líquida y tratamiento antibiótico previo para someterse al examen.
Una vez realizada la biopsia, las muestras recolectadas serán enviadas a estudio patológico y se emitirá un informe dentro de 10 a 14 días hábiles, en el que se certificará o descartará el diagnóstico de cáncer prostático.
Cuando se recibe el informe de la biopsia prostática, ésta certificará el cáncer e informará un valor conocido como “Escala de Gleason”, la cual hace referencia al grado de agresividad del cáncer.
Células con cáncer de próstata al mirarlas al microscopio:
Una vez diagnosticado el cáncer de próstata, un ”Comité Oncológico Multidisciplinario” evaluará de manera individual cada caso y determinará el tratamiento más indicado para los pacientes.
El Comité está compuesto por todos los profesionales directamente vinculados con el proceso de diagnóstico y terapia de la enfermedad con urólogos, radiólogos, patólogos, radioterapeutas, oncólogos y equipo de enfermería oncológica.
Cuando es consensuado un planeamiento de la enfermedad por el Comité, el médico tratante se encarga de comunicar la decisión al paciente.
¿Qué tan avanzado está mi cáncer?
Etapificación del cáncer
Además del valor de la escala de Gleason, es muy relevante los resultados del Antígeno Prostático y la alteración al tacto rectal. Con estos 3 factores, el urólogo realizará una clasificación en 3 niveles; cáncer de próstata de riesgo bajo, intermedio o alto. También, es muy importante saber si se encuentra localizado o avanzado.
En pacientes con antígeno prostático sobre 10, Gleason 7 o más y/o tacto rectal sospechoso, se deberá realizar un estudio complementario con 2 exámenes de etapificación, con los cuales el médico podrá conocer si hay compromiso cancerígeno lejos de la próstata, para así recomendar el mejor tratamiento: